Las continuas filtraciones interesadas que se producen desde hace más de un año, dijo a Servimedia, contribuyen a que el estudio de este recurso se haya convertido en algo "parecido a una ceremonia de confusión".

Según explicó, la "apariencia de politización" que tiene el Tribunal Constitucional, promovida por el sistema de elección de sus miembros, "es tremenda" y en el caso del Estatuto catalán "es muy difícil apartarse de ella".

Jimeno se mostró convencido de que los magistrados del TC están manteniendo una "discusión profunda y encontrada" sobre el texto que les ha sido sometido, y afirmó que "ha habido tiempo suficiente" para que el Alto Tribunal pueda emitir una sentencia.

El retraso en la publicación de su decisión sólo puede provocar "inestabilidad política", agravada por el hecho de que con el Estatuto catalán lo que sucede es que "se pide a un órgano que decide sobre derecho, que resuelva un conflicto político que los políticos no han sido capaces de resolver".

No obstante, el portavoz de JpD cree que a estas alturas la influencia de los partidos sobre el Alto Tribunal debe "ser nula", puesto que la sentencia debe estar "muy perfilada" y en cualquier caso deberá ser "respetada por todos".

Jimeno explicó que la decisión del TC se refiere en exclusiva al Estatuto catalán que ha sido recurrido y, por tanto, no supondría la derogación o reforma de ningún otro texto estatutario que contuviera similares planteamientos a los que pudieran ser reprobados por el Constitucional.

Reconoció que la situación que se plantearía en ese caso sería "un auténtico dislate" y resultaría "notablemente chocante" para los ciudadanos que en ciertos estatutos de autonomía se contemplaran preceptos anulados o modificados en el texto de Cataluña.