En su informe "De sostener vidas a soluciones sostenibles: El reto del saneamiento en Haití", dado a conocer casi seis meses después del seísmo, la FICR califica al saneamiento como "mellizo desatendido" del suministro de agua después de los desastres naturales.

En este sentido, recomienda "poner el mismo énfasis en mejorar las instalaciones sanitarias en Haití, tanto ahora como en el futuro".

El subsecretario general de la FICR, Matthias Schmale, explicó que "la situación en términos de saneamiento ya era calamitosa antes del terremoto y el desastre no podía haber sido peor".

"Existe la enorme oportunidad de mejorar esa situación, pero tenemos que actuar ya mismo para incluir el saneamiento en los futuros planes para Haití. Volver simplemente a los niveles de saneamiento anteriores al terremoto sería inaceptable", añadió.

El informe detalla las dificultades y oportunidades a largo plazo para mejorar la infraestructura sanitaria de Haití, el único país del mundo donde el acceso al saneamiento mejorado disminuyó en los últimos años, ya que antes del terremoto sólo un 17% de la población tenía acceso a un inodoro.

Casi seis meses después del temblor de tierra, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, liderado por la Cruz Roja Haitiana, ha construido casi 2.700 letrinas en campamentos alrededor de Puerto Príncipe y cada día produce y distribuye 2,4 millones de litros de agua potable para unas 280.000 personas.

Sin embargo, la FICR subraya que, a pesar de estos logros, al menos la mitad de la población afectada por el terremoto no ha visto mejora alguna de su situación en términos de agua y saneamiento.

El coordinador de Agua y Saneamiento de la FICR en Haití, Gianluca Salone, apuntó que las organizaciones humanitarias están llegando "al límite" de su capacidad y trabajan "simplemente conteniendo una situación crítica en lugar de resolverla".

"El saneamiento debe integrarse desde ya en los planes de reconstrucción de Haití y es preciso encontrar soluciones a largo plazo", apostilló.

A este respecto, la FICR vio "insostenible" la actual situación y pidió desarrollar sistemas tecnológicos que sean innovadores, sostenibles y apropiados que, en función de la disponibilidad de terrenos, ofrezcan a amplios sectores de la población haitiana un saneamiento seguro y fiable en los años venideros.