En declaraciones a la Ser, Zapatero, que reconoció sufrir tras el partido "un poco de afonía", calificó de "espectacular" el gol de Puyol y confesó haber vivido el encuentro contra Alemania "con una cierta tensión nerviosa", pero después de aclarar que "desde el primer momento han jugado muy bien, con elegancia, con gran espíritu de equipo".

Por tal motivo, el presidente español aseveró que la victoria sobre la selección teutona es sobrada razón "para estar inmesamente feliz.

Valoró el centro del campo de la selección, "que será difícilmente repetible", y expresó su convencimiento de que recibirá una llamada de Angela Merkel felicitándole por la victoria. "Lógicamente llamará Angela Merkel. Estos días nos hemos mandado algún mensaje amable".

Se permitió el presidente bromear sobre el futuro incierto que se abre para el pulpo alemán que vaticinó la victoria de España en esta semifinal: "Estoy preocupado por el pulpo".

Preguntado sobre si esta victoria y la presencia de España en su primera final conjura, de algún modo, los males actuales del país en otros ámbitos, como el económico, dijo: "España en general juega en todos los terrenos como al fútbol, más allá de que tengamos un momento difícil económicamente, como todos los países", aunque admitió que "esto nos va a venir bien para elevar la autoestima y la confianza".

Por último, no pudo asegurar su presencia física en el partido de la final, ya que, señaló, "tengo algún problema de agenda; aún no lo he decidido. Tengo el debate sobre el Estado de la Nación...", y no dijo más, aunque sí se le oyó sonreír durante su intervención en varios momentos.