En rueda de prensa, Lorente agregó que otro 3,21 adicional reconoce “haberla ejercido”, y advirtió que este 32,1% que se halla “en un estadio intermedio de protección” podría llegar a practicarla.

La razón es que cuando no hay un rechazo total, ”en situaciones de estrés se tiende a repetir las pautas tradicionales, por ser las más asentadas”, explicó Lorente, que en este caso supondrían recurrir a la violencia y al machismo.

Asimismo señaló que el 18,9% de las adolescentes justifica de alguna manera estas actitudes, mientras que el 4,96% han sufrido algún tipo de maltrato en sus relaciones de pareja.

Sin embargo, se felicitó por que “el 76,1% de las jóvenes y el 65% de los chicos se halla en un nivel muy alto de protección”, lo que minimiza el riesgo de convertirse en víctimas o maltratadores en el futuro.

Este estudio se ha llevado a cabo en un total de 335 centros de las 17 comunidades autónomas y en él han participado 11.020 alumnos, 2.727 profesores y 254 equipos directivos.

Realizado por el Ministerio de Igualdad y la Universidad Complutense de Madrid con la colaboración del ministerio de Educación, el trabajo señala el “control excesivo”, “el intento de aislar a la pareja” y el “daño emocional” como “las situaciones de maltrato o abuso más” frecuentes en las relaciones de pareja de los adolescentes.

Según sus resultados, el 9,2% de las encuestadas había vivido “situaciones de maltrato por parte de chicos con los que estaban saliendo, habían salido o querían salir”, y de ellas el 6,98% manifestó que su pareja “había intentado controlarla hasta el más mínimo detalle”, el 6,09% afirmó haber sufrido “un intento de aislamiento del resto de amistades” y el 2,71% dijo que su pareja les hizo “sentir miedo”.

Además el 1,01% afirmó haberse sentido obligada a practicar conductas de tipo sexual en las que "no quería participar", subrayó el estudio.

En cuanto a los chicos, un 13,1% reconoció haber ejercido este tipo de conductas, que según Lorente se correspondieron con “un control excesivo” en el 2,7% de los casos; el intento de aislamiento (1,97%)", y la presión para realizar conductas sexuales que la chica rechazaba (1,3%).

EDUCAR EN PREVENCIÓN

Por todo ello, el delegado del gobierno incidió en la importancia de “educar en prevención”, tanto en el seno de la familia como en los centros escolares.

De acuerdo con el informe, el 27,7% de los centros trabaja este tema junto a las familias, un 40% de los profesores lo ha abordado en clase y el 60% espera hacerlo fuera del aula.

Lorente recordó que “todos los expertos destacan la importancia de los programas educativos, “ya que la gran mayoría de los chicos y chicas los recuerdan”, e insisten en la importancia de la lectura como “factor de prevención”.

Por último, apuntó que los adolescentes siguen recibiendo “mensajes sexistas” sobre la masculinidad, la feminidad y las relaciones de parejas “por parte de los adultos y los medios de comunicación”, por lo que animó a seguir trabajando.