Jiménez comentó que la situación estaba “bastante normalizada” con la anterior ley, pero que con la nueva legislación “se ha querido avanzar” en un “camino peligroso”.

Una modificación legislativa, sobre la que, precisamente deberá manifestarse el Constitucional, por el recurso del PP, que “no satisface a muchos” y de ahí la “actitud de discrepancia” de algunos políticos, que ya han mostrado su pleno rechazo a la reforma, subrayó.

Asimismo, dijo que “habrá que ver” cómo justifican su decisión las comunidades que se niegan momentáneamente a aplicar la ley.

En declaraciones previas a su participación en los Cursos de Verano que la Universidad Complutense de Madrid lleva a cabo en el municipio madrileño de San Lorenzo de El Escorial, el expresidente del TC también se refirió a la ley electoral, que tachó de "mala".

Al respecto, manifestó que esta norma "hay que reformarla"

porque, en su opinión, actualmente se está viviendo en España una “situación extraña” puesto que los que deciden “al final” son los grupos pequeños que apoyan a los partidos más amplios que no han logrado la mayoría electoral.

En ese sentido alegó, además, que la reforma es necesaria porque con este sistema electoral “ni se puede gobernar, ni se puede hacer la oposición como se quisiera”, y agregó que hay que procurar que los resultados de los votos sean un “reflejo fiel” de la situación española.

Preguntado por el fallo del TC sobre el Estatuto de Cataluña, eludió pronunciarse ya que se podrían interpretar sus palabras como una “actitud crítica” hacia sus antiguos compañeros del Constitucional, y aseguró que él solo desea que “salgan bien” de la situación “compleja” en la que “se encuentran”.

Jiménez recalcó que por razones “estéticas y éticas” no se va a posicionar acerca de si los miembros del Tribunal Constitucional se demoraron al tomar una decisión respecto al texto estatutario catalán porque, agregó, “los asuntos son a veces complejos”.

Finalmente, cuestionado sobre la reforma laboral llevada a cabo por el Gobierno socialista, expresó que hay una “buena voluntad” pero que “no es suficiente” para afrontar la situación de crisis de España, por lo que “habría que profundizar” más para poder resolver con ella los “problemas” de los españoles.