Según Hernendo, a tan sólo unos días de que se cumpla un mes del incidente, la aportación destinada a cubrir las primeras necesidades de los afectados, que estimó en unos 6.000 euros de media por familia, “no se han producido”.

Hernando indicó que esto ha provocado que la situación actual de los guardias civiles y sus familias sea “tensa”, ya que algunos de ellos estaban en una situación económica precaria que se ha visto agravada por lo ocurrido y que muchos de ellos requieren además de asistencia psicológica.

La ayuda se sigue prestando, ya que aunque algunos miembros de este cuerpo de seguridad del Estado se han incorporado al trabajo, otros muchos lo siguen sin hacer porque “cada uno ha recibido este golpe de una manera”.

Por ello, indicó que AUGC no se responsabiliza de las actuaciones individuales o colectivas que puedan llevarse a cabo por parte de los guardias civiles afectados. Así, apostilló que aunque la mayoría están satisfechos con la adjudicación de las viviendas, “existen casos puntuales que no lo están”, por lo que pidió que se tengan en cuenta sus peticiones.

Como ya hiciera durante su primera rueda de prensa concedida tras el atentado de la ciudad, Hernando apostó por la mejora de la seguridad de los cuarteles. Los cambios evitarían las movilizaciones anunciadas por AUGC, de las que aún no hay fecha ni lugar, ya que por el momento y hasta otoño, están esperando “que se mueva ficha”. “Hay que dar tiempo al tiempo, que se vaya normalizando la situación y que se replantee la seguridad de los cuarteles y el concepto”, subrayó.