EXPERTOS EN BIODIVERSIDAD PIDEN PREVENIR LA EXPANSIÓN DE ALGAS INVASORAS EN EL ARCHIPIÉLAGO DE CABRERA

MADRID
SERVIMEDIA

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Fundación Biodiversidad han concluído un estudio sobre las algas introducidas en el archipiélago de Cabrera, que aboga por prevenir la expansión de algas invasoras en este espacio marino.

La Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, y el CSIC, han trabajado conjuntamente durante cuatro años en el proyecto “Invasión del Parque Nacional del Archipiélago de Cabrera por algas introducidas: dinámica de la invasión y efectos sobre las comunidades bentónicas”, en colaboración con el Organismo Autónomo Parques Nacionales.

Este proyecto aborda uno de los principales problemas de la biodiversidad, que es la invasión de especies exóticas, y evalúa los efectos que tienen sobre los hábitats y las especies prioritarias y autóctonas de los ecosistemas españoles, como es el caso de las praderas de Posidonia oceanica.

Por otro lado, el estudio pone de manifiesto la necesidad de que se realice un especial esfuerzo en la prevención, ya que la erradicación de especies invasoras se muestra como excesivamente costosa y complicada, especialmente en el medio marino.

El objetivo de esta iniciativa ha sido determinar la dinámica de expansión de tres algas alóctonas invasoras, Caulerpa racemosa, Lophocladia lallemandii y Womersleyella setacea en el citado parque, así como comprobar sus efectos en las comunidades marinas. Así, el CSIC ha estudiado la distribución y la abundancia de estas especies, además de los organismos que favorecen su invasión.

De este proyecto se desprende que Lophocladia lallemandii se distribuye entre los 5 y 35 metros de profundidad desplazando a comunidades de algas fotófilas, de algas hemiesciáfilas y praderas de Posidonia oceanica.

Por su parte, la Caulerpa racemosa presenta una mayor biomasa y recubrimiento entre los 25 y 50 metros de profundidad, afectando negativamente a los fondos detríticos y maërl, el coralígeno y comunidades de algas hemiesciáfilas. En cambio, la Womersleyella setacea se desarrolla siempre por debajo de los 25 metros, alterando las comunidades de coralígeno y algas hemiesciáfilas.

Otro dato constatado por los científicos que han elaborado este estudio es que únicamente se ha observado reproducción sexual en Lophocladia lallemandii, lo que favorece su rápida expansión y dificulta actualmente la puesta en marcha de medidas capaces de frenar su dispersión. Las otras dos especies se reproducen de manera vegetativa mediante la dispersión de pequeños fragmentos, por lo que probablemente su avance, y especialmente en el caso de Caulerpa racemosa, se vea favorecido por las artes de pesca.

En cuanto al control de estas especies por depredadores naturales, se ha comprobado que el erizo de mar común consume Caulerpa racemosa, pero no puede controlar la expansión de la especie en zonas ya invadidas. Se ha demostrado que es más efectivo en zonas que están en las fases iniciales de colonización. Asimismo, el estudio ha permitido constatar que el principal pez herbívoro del Mediterráneo, la salpa, presenta consumos elevados de esta alga, prefiriéndola sobre otras especies autóctonas, lo cual sugiere una posible capacidad de control de esta especie.

(SERVIMEDIA)
25 Ago 2009
JGB/pai