En la rueda de prensa posterior a la reunión que mantuvo en La Moncloa con el presidente de Siria, Bachar al-Assad, Zapatero argumentó que la citada norma es una "ley de prevención" señalando que está "destinada a evitar los embarazos no deseados". Defendió también que es "de seguridad" porque, a su juicio, se la proporciona a los profesionales y las mujeres.

Finalmente, aseguró que es una ley "europea" desde el momento en que "está hecha en la media de lo que son las leyes europeas que regulan la interrupción voluntaria del embarazo", que aseguró que han aprobado "gobiernos de todos los colores". En este sentido, reiteró que se trata de una "ley constitucional" y que entiende que "así será el resultado de los litigios" interpuestos contra ella. Igualmente, añadió que éstos "no crean ninguna inseguridad jurídica".

Refiriéndose al Partido Popular, señaló que "lo que pierde políticamente en cuanto a la mayoría social y parlamentaria siempre lo traduce en un recurso al Tribunal Constitucional". Zapatero concedió que eso "es legítimo", pero recordó a los populares que "las posiciones las marca la mayoría parlamentaria", y agregó que hasta ahora la confirmación de las leyes por parte del TC "ha sido un proceso continuo" y está convecido de que "lo seguirá siendo".