Según informaron a Servimedia fuentes de la dirección nacional, el nombramiento de Carmen Navarro no necesita del aval de la Junta Directiva del PP. Sin embargo, Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal quieren aprovechar para comunicar su incorporación tras la marcha esta misma semana de Cristóbal Páez, hasta ahora gerente del PP y que casi ha llegado a ejercer de tesorero durante los meses que Bárcenas estuvo suspendido de funciones.

La llegada de Carmen Navarro ha sido una petición expresa del nuevo tesorero, José Manuel Romay Beccaría, que ya trabajó con ella en el Ministerio de Sanidad durante la primera legislatura de Aznar en La Moncloa.

Navarro es una experta en contabilidad y manejo de grandes presupuestos. Fue la directora general de Inversiones del Instituto Nacional de Salud (Insalud) a las órdenes de Alberto Núñez Feijóo, ahora presidente de la Xunta de Galicia.

Más recientemente, en la Comunidad de Madrid, trabajó en la Consejería de Sanidad junto a Juan José Güemes como directora general de Gestión Económica y de Compras de Productos Sanitarios y Farmacéuticos.

Carmen Navarro llega a la dirección nacional del PP para hacerse cargo de las cuentas del partido tras el escándalo del "caso Gürtel", que provocó el cese del ex tesorero Luis Bárcenas y su suspensión como militante al ser imputado por recibir supuestos cobros de la trama corrupta organizada por el empresario Francisco Correa.

Entre sus funciones, estarán las de controlar las cuentas y vigilar que todas las contrataciones de servicios se realicen a partir de ahora conforme a las nuevas normas establecidas por el Código de Buenas Prácticas que ha elaborado la vicesecretaria general de Organización del PP, Ana Mato, y de cuyo cumplimiento se encarga el propio Romay de Beccaría.

POR LA PUERTA DE ATRÁS

El hasta ahora gerente, Cristóbal Páez, ya ha dejado el Partido Popular tras despedirse esta misma semana de los trabajadores a través de una carta en la que pide perdón por los errores cometidos en los últimos meses y las decisiones tomadas, algunas de las cuales causaron gran malestar entre los empleados en la sede de la calle Génova 13.

Fuentes del PP informaron a Servimedia de que, en la misiva de despedida, Cristóbal Páez argumenta que todo lo que ha hecho ha sido por el buen funcionamiento del partido, aunque levantase contra él a un sector de la casa, y agradece la confianza depositada por la cúpula.

Sin embargo, Páez se marcha en parte dolido por la forma en que se ha producido su cese, ya que está convencido de que fue una exigencia personal de Luis Bárcenas -su ex jefe- como condición para renunciar al puesto de tesorero y darse de baja como afiliado.

Según personas cercanas a Páez, la dirección nacional ha permitido que salga del partido por la puerta de atrás pese a no tener ninguna responsabilidad en el "caso Gürtel" y haber tenido que revisar la contabilidad para comprobar que Bárcenas no había cometido ningún tipo de irregularidad.

El gerente estaba sentenciado desde que Mariano Rajoy le comunicó formalmente el pasado mes de mayo que no contaba con él. Cospedal se lo había avanzado, pero Páez exigió que fuera el presidente quien le explicase personalmente la decisión y los motivos de la misma.

Las fuentes consultadas confirmaron a Servimedia que al todavía gerente le sentó bastante mal que Cospedal le comunicara su despido, ya que piensa que la decisión salió personalmente del pacto que Mariano Rajoy habría alcanzado a principios de abril con Luis Bárcenas para que se diera de baja como militante y abandonara el partido.

BÁRCENAS, EN LA SOMBRA

En la sede nacional del PP se da como un hecho cierto que Bárcenas impuso ante Rajoy que Cristóbal Páez no continuara al frente de las cuentas del partido como condición sine qua non para abandonar todos sus cargos y romper su carné de afiliado.

Al parecer, Bárcenas piensa que muchas de las informaciones que salieron publicadas en su contra durante la investigación del "caso Gürtel" estaban filtradas por Cristóbal Páez para perjudicarle y quitarle el puesto, aunque las fuentes consultadas por Servimedia lo niegan tajantemente.

Páez exigió por ello que el propio Rajoy le comunicara su cese y así ocurrió días después de hablar con Cospedal. El presidente del PP llamó al gerente a su despacho y le confirmó lo que ya sabía. Al parecer, a cambio le aseguró que la dirección nacional le buscaría algún tipo de acomodo, dentro o fuera del partido, por los servicios prestados.

Sin embargo, según las mismas fuentes, el hasta ahora gerente ha rechazado cualquier tipo de favor y ha comenzado a buscarse su futuro. Ya ha realizado varias entrevistas de trabajo en grandes empresas, aunque tiene la intención de aplazar cualquier decisión hasta después del verano.

Su intención es tomarse los meses de julio y agosto como vacaciones después de un año de intenso trabajo en el Partido Popular, durante el que incluso ha llegado a sentirse en peligro por supuestas amenazas de Bárcenas y su entorno. Pese al cese como tesorero, Bárcenas sigue apareciendo por la sede nacional del PP y mantiene un despacho en la tercera planta muy próximo al del vicesecretario general de Política Territorial, Javier Arenas.

Bárcenas se aprovecha de su relación familiar con el jefe de seguridad del partido para conservar algunos privilegios y entrar en la sede nacional cuando quiere. Un coche suele dejarle en el garage y desde allí accede por el ascensor hasta la tercera planta, donde está la "Sala Andalucía", que usa como despacho personal pese a estar dado de baja como militante.