Este informe, elaborado por la Secretaría General de Empleo, revela que "la incidencia del paro de larga duración se ha reducido en ocho décimas", hasta situarse en el 37,3% del total de desempleados. Se considera parado de larga duración a aquél que lleva más de un año buscando un empleo.

El paro de larga duración "afecta proporcionalmente más a las mujeres que a las hombres", ya que el 41,4% de las féminas se ecuentra en esta situación, frente al 32% de los hombres. Sin embargo, la tasa de incidencia de las mujeres ha caído 1,7 puntos porcentuales en los últimos 12 meses, frente al incremento de tres décimas registrado entre los hombres.

"También los adultos se ven más afectados que los jóvenes por el paro de larga duración", afirma el informe oficial, registrándose una tasa de incidencia del 40,1% para los mayores de 25 años (-1,7 puntos) y del 28,6% para los menores de esa edad (+1,7%).

Del total de esempleados de larga duración, el 57,4% de ellos llevaba más de dos años sin encontrar un empleo, 2,8 puntos menos que en marzo de 2002.

En cuanto a la situación que presentaban anteriormente estos desempleados de larga duración, la mayoría de ellos, el 77,6%, habían trabajado ya, frente a un 22,4% que se encontraban buscando su primer empleo.