Según dijo, "los ediles encarnan la máxima expresión posible del ideal democrático, porque están lo más cerca posible de los ciudadanos" y lamentó que "su cercanía a las calles los haga también especialmente vulnerables al acoso diario del radicalismo ciego, a la constante intimidación de la propaganda y la apología terrorista.”

Así, quiso "honrar sin tapujos la memoria de los ediles desaparecidos y elogiar la labor de aquellos que siguen, demostrándoles que estamos de su lado, sin reservas, por fin".

"Ya no toleramos ningún desplante público a las víctimas, ni el despliegue descarado de propaganda y apología terrorista. Nunca más permitiremos que nuestros ciudadanos tengan que tragar saliva, impotentes ante la ostentación de sus verdugos", aseveró.

Así, se refirió a "las más radicales diferencias entre los distintos actores de nuestro escenario político", y celebró esa diversidad, pero, puntualizó,"aquí sabemos que hay una cuestión de base insoslayable: todos compartimos un absoluto rechazo por cualquier medio violento.”

La presidenta de Parlamento vasco hizo hincapié en “un elemento básico que nos acerca aún más al fin de la violencia: el consenso sobre el rechazo a la barbarie terrorista, consenso sobre nuestro compromiso con la vida y la libertad.”

Debemos recordar, subrayó Quiroga, "que no basta con condenas relativas del terrorismo para ganar legitimidad democrática", sino que "hace falta mucho más que eso". "Hace falta rechazar la violencia como medio de movilización política en cualquier circunstancia, rechazarla en el pasado, en el presente y en el futuro; hace falta abjurar de la muerte como instrumento, renunciar al miedo como herramienta".

Asimismo, se refirió a todos aquellos que sufren aún la falta de libertad, “a todos aquellos que día a día deben estar rodeados de escoltas, quienes arriesgan su vida en cada hora" y también tuvo palabras de reconocimiento "a aquellos que, si bien no tienen que convivir rodeados de un aparato de seguridad, sufren los constantes insultos y desplantes de los sectores radicales”.

Quiroga elogió también la actitud constante y diaria que mantienen las víctimas. “Una ostentación llena de generosidad, valentía y serenidad que los eleva por encima de cualquier parámetro humano".

Según dijo, para poner fin al terrorismo la sociedad civil está cada vez más comprometida." Todos estamos más unidos que nunca, y eso es motivo de celebración", destacó. Así, optó por "no perdernos en el triunfalismo, no mientras una sola persona siga viviendo con miedo en Euskadi, no mientras persista la sombra de la muerte".