En una nota, CECU subrayó que desde que se anunció esta medida mostraron su "oposición y disconformidad", ya que "afectará de forma muy negativa a las familias y no distinguirá para su imposición entre los que más tienen y los que apenas pueden llegar a fin de mes".

Además, indicaron que este incremento se suma a los encarecimientos en los suministros básicos vividos recientemente, por ejemplo el gas, y a principios de año, al alza de los combustibles y a la "difícil" situación laboral.

Desde la organización afirmaron que la experiencia vivida con la llegada del euro, "los consumidores temen una nueva oleada de redondeos al alza aprovechando la coyuntura".

En este sentido, CECU quiere recordar a los usuarios que en los pequeños productos del día a día el incremento debe ser casi imperceptible (un café debería pasar a costar apenas un céntimo más) y que es en las grandes compras donde tendrá un efecto "importante".

Así, la confederación reclama a las empresas que, "en la medida en que su situación económica lo permita, asuman este coste, como ya han anunciado algunas compañías, para no incidir en la caída del consumo".

En los casos en los que esto no sea posible, reclaman que se actúe "con responsabilidad, repartiendo el sobrecoste entre los productos y, por supuesto, no redondeando al alza en ningún caso".