Según informó hoy la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, los dos detenidos, a quienes también se imputa un delito de tráfico de drogas, contaban con la colaboración de grupos organizados para captar a las víctimas y trasladarlas a España.

La investigación se inició gracias a la denuncia de dos ciudadanas rusas que terminaron en el citado prostíbulo. Se les había ofrecido un trabajo en el ramo de la hostelería pero al llegar a España descubrieron el engaño.

Los dos detenidos se quedaban con el 50% de las ganancias de las mujeres, quienes a veces tenían problemas para cobrar su mitad.

Además, en el interior del recinto se vendían sustancias estupefacientes. Tras detener a los gerentes del local, la policía efectuó el correspondiente registro, gracias al cual intervino una pequeña cantidad de marihuana, envoltorios de papelinas de cocaína y 855 euros en efectivo.