En declaraciones a TVE, Gallardón señaló que los servicios mínimos son “una obligación legal y moral”. Por ello, cree que los sindicatos de Metro “se han equivocado profundamente”, puesto que el Estado de Derecho “garantiza el derecho a huelga, pero también los servicios mínimos”.

Gallardón instó a las centrales sindicales a reflexionar “sobre el divorcio intenso que están teniendo con la opinión pública”. A su juicio, están ejerciendo una presión a los ciudadanos “que deslegitima cualquier reivindicación, por justa que sea”.

El regidor madrileño hizo un llamamiento a la cordura para terminar con el “incumplimiento injustificable de una norma básica de convivencia”; y alertó también sobre las consecuencias económicas de la huelga de Metro, que no sólo perjudica la calidad de vida de los ciudadanos, sino que ha paralizado la actividad económica en la capital.

Preguntado por las opciones de transporte que podrían poner las autoridades a disposición de los ciudadanos, Gallardón dijo que “no hay forma de sustituir una red de Metro que transporta a millones de viajeros”.

Según el alcalde, ni los autobuses ni la flota de taxis tienen capacidad para absorber a los viajeros. También rechazó flexibilizar el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) para permitir el libre aparcamiento en la ciudad, porque podría incrementar el colapso de tráfico que vive la capital. “No hay sitio en Madrid para venir en coche”, lamentó.

Afirmó que mantiene un “diálogo permanente” con todas las instituciones en la solución de este conflicto, incluida la Comunidad de Madrid y su presidenta, Esperanza Aguirre.