Así se desprende de un estudio realizado por dos expertos del mercado laboral Luis Toharia e Inmaculada García Mainar, basándose en datos de la Encuesta de Población Activa 1992-97 y de los resultados del primer ciclo del Panel de Hogares de la Unión Europea, referidos a los años 1993-94.

El estudio, publicado en el último número de la revista del Gobierno vasco "Ekonomiaz" bajo el título "Paro, pobreza y desiguldad en España; análisis transversal y longitudinal", estima que un 19,5 por ciento de españoles viven en hogares cuya renta mensual per capita es inferior a la mitad del promedio nacional, es decir, que disponen de menos de 39.000 pesetas al mes por persona.

El dato más sorprendente es que tener un trabajo no es una salvaguarda segura para eludir la pobreza, ya que en esa situación se encontraban un 12,6 por ciento de los ocupados (incluyendo asalariados, autónomos y pequeños empresarios), es decir, lrededor de 1.500.000 personas.

Ese mismo porcentaje de pobreza se daba entre los pensionistas (con lo que en cifras absolutas serían más de 800.000) y alcanzaba el 22,7 por ciento entre las personas, generalmente mujeres, dedicadas a las labores del hogar.

No obstante, los mayores niveles de pobreza se dan entre los parados, ya que en esa situación se encontraban un 41,5 por ciento de los desempleados sin experiencia anterior y un 39,1 por cien de los que sí habían tenido una trayectoria laboralprevia.

Los autores del estudio subrayan que, "teniendo en cuenta que el nivel medio de pobreza del conjunto de la población se sitúa en algo menos del 20 por cien, debe destacarse el hecho de que cerca del 13 por cien de los ocupados se encuentra en situación de pobreza. Dicho con otras palabras, aunque el empleo ayuda a estar en una mejor situación económica, no siempre es una garantía total de escapar a la pobreza".

Añaden que los parados son no sólo el colectivo con más pobres, sino los que ms lejos se encuentran del umbral de la pobreza. Pese a todo, "el 60 por ciento de los parados no se encuentra en situación de pobreza, debido indudablemente a la existencia de otros perceptores de ingresos en el hogar".

El estudio apunta igualmente el elevado porcentaje, alrededor del 25 por ciento, de personas económicamente dependientes (amas de casa y estudiantes) que viven en hogares pobres, con las repercusiones que ello tiene en el fracaso escolar.

Una conclusión básica del estudio es que ls familias constituyen el principal soporte que permite a los parados sobrellevar su situación, por encima del sistema de prestaciones al desempleo.