La distancia máxima recorrida por los participantes fue de dos kilómetros y medio, que sólo una parte de los corredores pudo completar.

El objetivo de esta actividad deportiva, patrocinada por la asociación ANDE, es unir en una actividad lúdica al mayor número de alunos de los distintos centros educativos de la Comunidad de Madrid.

Todos los corredores que tomaron la salida recibieron un regalo de la organización, ya que la prueba no pretendía convertirse en una competición, según explicaron los promotores.

La participación en la segunda edición de esta prueba deportiva bajó respecto a la registrada en 1990, que superó los 1.200 corredores.

Según Francisco Javier Martínez, responsable técnico de las actividades de ANDE en la Comunidad de Madrid, la caus de que los niños no acudan a la carrera se debe "a la falta de medios de los colegios, que al encontrarse casi todos fuera de Madrid capital, deben trasladar a sus alumnos en autobús".