Así se desprende de una encuesta entre 2.250 docentes no universitarios de todo el Estado realizada por el Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (IDEA), que hoy presentó en rueda de prensa la Fundación Hogar del Empleado.

Un 66,1% de los enseñantes detecta problemas de disciplina en los centros y casi la mitad (el 47%) manifiesta que conoce a compañeros que se sienten amedrentados por algunos alumnos.

Ochode cada diez profesores reclama medidas más contundentes en relación con el comportamiento de determinados estudiantes, si bien la encuesta no precisa cuáles deberían ser esas iniciativas.

El 90,5% de la muestra declara que la existencia de orden y disciplina en los centros se convierte en un factor de primera magnitud para el objetivo de una educación de calidad.

Por niveles educativos, los profesores de Secundaria y los que tienen mayor experiencia son los que se quejan más de la violencia escoar. En general, el profesorado ve mayores problemas con los alumnos de más edad y situaciones de mayor gravedad en los centros públicos.

IMPLICACION FAMILIAR

El sondeo pone de manifiesto un malestar generalizado del profesorado con la participación de los padres en la educación de sus hijos.

Un 93% opina que la familia es el factor que más influye en la enseñanza, por delante de la escuela (66,1%) y los amigos (65,4%). Sin embargo, un 92% se queja de que los padres delegan cada vez más sus respnsabilidades educativas en la escuela y un 79,4% ve escasa la colaboración de éstos con el centro.

Por lo que se refiere a la calidad educativa en España, el principal titular que se extrae del sondeo es que la mayoría de profesores apoyan las reformas más importantes anunciadas por el Ministerio de Educación dentro de la "Ley de Calidad".

El 72% respalda la separación de alumnos en itinerarios formativos desde los 14 años y porcentajes similares sintonizan con la idea del Ejecutivo de acabar conla promoción automática de curso y de restaurar los exámenes de septiembre.

De la LOGSE valoran sobre todo la introducción de la orientación con personal especializado, las programaciones abiertas adaptadas a los centros y la autonomía de los claustros para establecer la promoción. La Infantil es la etapa mejor valorada y la ESO la que menos.

En cuanto a la concepción que tienen de su profesión, el 86,7% de los profesores se siente infravalorado socialmente, aunque un 72% afirma que no cambiaría e trabajo si pudiera.