El año pasado se detectaron en España 1.158 casos de hepatitis B, lo que arroja una tasa de prevalencia que oscila entre el 0,5 por ciento de la zona centro y oeste peninsular al 2 por ciento del área mediterránea.

El doctor Gil, que participó en un encuentro científico convocado en La Habana (Cuba), recordó que esta enfermedad provoca cada año en todo el mundo 2 millones de muerte, a pesar de que existe una vacuna que se obtiene mediante recombinación genética, que disminuye las consecuencias de la patología, especialmente el cáncer de hígado, como ha puesto en evidencia un estudio realizado tras una vacunación universal en Taiwán.

A su juicio, si se vacunaran todos los recién nacidos y los adolescentes españoles, los portadores del virus de la hepatitis B se reducirían considerablemente, reduciendo la tasa de prevalencia al 0,1 o 0,2 por ciento, "porque la infección se produc sobre todo en jóvenes a partir de los 16 años", señaló Angel Gil.

Sin embargo, en España las estrategias de vacunación difieren de una comunidad a otra. Cataluña, Extremadura y Navarra son las únicas que optaron por inmunizar tanto a recién nacidos como a jóvenes, mientras que el resto se inclinaron por una u otra fórmula.

"Con estas medidas", añadió, "se conseguirá, como de hecho se está logrando, dar un gran paso hacia adelante en el control de la hepatitis B, aunque el impacto de estas estratgias de vacunación se comprobarán dentro de unos años".

El doctor Gil señaló que la vacuna es más eficaz en niños que en adultos. "Tanto es así que se podría decir que quedan inmunizados de por vida y tienen una mejor respuesta que cuando la vacunación se realiza en edad adulta", apuntó.