En la carta, los párrocos afirman que la figura del Nuncio es la de un embajador que representa al Estado del Vaticano ante el Estado español y las autoridades civiles, situación que consideran historicamente lamentable.

Los curas piden que se fomente una comunidad cristiana más comprometida y menos ligada a los estamenos y a las formas de poder. La cartacontinua acusando al Estado y a la Iglesia de falta de sensibilidad y justicia, ante una posible Conferencia Episcopal Catalana.

El obispo de Gerona, Jaume Camprodon, contestó a este grupo afirmando que "la Iglesia Universal no es una federación de iglesias" y ha manifestado que la diócesis de Gerona dará la mejor de sus bienvenidas al Nuncio.