"Los productos tienen un mercado más estable y, la verdad, hemos notado algo pero muy poco", aseguró hoy Antonio Artal, un comerciante dedicado a la producción de legumbres y pastas de Aragón. "El consumidor es mucho más fiel al ser unos productos más sanos y saludables", señaló.

Otro de los vendedores que coincide con esta apreciación es Luis Domínguez, que se encarga de la elaboración y posterior comercialización de aceite de oliva virgen extra ecológico de cosecha propia. "En la venta y el trato con el consumidor final de momento no se nota la crisis", confirmó.

En cualquier caso, las organizaciones productivas están trabajando para corregir las posibles deficiencias. Para ello, realizan una encuesta a los compradores con el fin de "conocer si la gente esta satisfecha, si cree que son necesarios este tipo de iniciativas y si nos apoyan", explicó un trabajador de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA).

Por su parte, Bernardo Funes, miembro de la ejecutiva de UAGA, defiende la comercialización directa de este tipo de productos. Con este fin se esta desarrollando el programa Arco, consistente en "un proyecto de convivencia entre el productor y consumidor", eliminando los intermediarios, permitiendo un menor costo para el comprador y una mayor retribución para el productor.