En su intervención en la comparecencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para explicar al Congreso de los Diputados el desarrollo del Consejo Europeo del pasado día 17 y hacer balance de la Presidencia de la UE, Rajoy lamentó que "lo más importante y lo más sustancial" del semestre han sido los acuerdos del Ecofin de marzo, que aprobó un fondo de rescate para evitar el contagio a España de la crisis griega. "Desde entonces, la economía española está en un práctico protectorado", remató.

El presidente del PP dijo comprender que Zapatero, en su intervención, quisiera "sacar lustre a los exiguos resultados", pero le objetó que "este semestre del que tanto esperábamos no ha correspondido a las esperanzas con que lo empezamos".

En este sentido, habló de "decepción", recordando que el PP apoyó los objetivos de la Presidencia y no la ha criticado "porque todos confiábamos en la oportunidad" y "era un desafío para el prestigio de España que nos correspondía a todos".

Sin embargo, una vez acabado el semestre, afirmó que en ninguno de los capítulos se han "alcanzado los objetivos prefijados", y que en especial "España no ha podido desarrollar el liderazgo en la recuperación económica", porque el deterioro de la suya "la ha convertido en grave problema para la economía europea". Por eso, le pidió planes de reforma para cumplir con los objetivos que con tanto entusiasmo ha votado en Europa y que con tan poco ahínco persigue en España".

FRUSTRACIONES EN LAS CUMBRES

Por lo demás, criticó que no se ha logrado implementar el Servicio Exterior para la diplomacia de la UE; insinuó que si no ha habido "grandes roces" con el presidente permanente del Consejo, Herman van Rompuy, ha sido por una "mera exclusión en la práctica de Zapatero", y calificó de "ramillete de frustraciones" las diversas cumbres internacionales, en especial la que se aplazó con EEUU por la ausencia del presidente Barack Obama. En relación con Cuba, celebró que la Presidencia española fracasara en su "intento de cambiar la Posición Común".

Rajoy criticó también el "enfrentamiento sin precedentes" que se produjo entre el Gobierno y la comisaria de Justicia, Viviane Reding, a cuenta de la euroorden de protección a las víctimas de violencia de género, recordando que Reding dijo que se preparó "tan chapuceramente que los países se han opuesto por los problemas que podía propiciar" y prefirió dejar para las próximas presidencias, porque "se necesitan personas razonables". "En este tema han hecho el ridículo", advirtió.

Por último, el presidente popular llamó la atención sobre "un par de carencias que pueden causarnos grandes perjuicios": la política agraria y presupuestaria, que teme que, al no haber intervenido España en ellas y dejarse para la Presidencia belga, "es más que posible" que perjudiquen los intereses españoles.

En resumen, Rajoy definió la Presidencia como "de bajo nivel" y "deslucida", porque "no se han logrado grandes objetivos" ni "se ha mejorado la imagen ni la posición de España. "No ha logado usted lo que pretendía, ni para España, ni para Europa ni para sí mismo", le espetó. "Usted pensaba escribir un guión europeo y resulta que otros se lo han escrito a usted", le dijo a Zapatero.

En una breve referencia final al último Consejo Europeo que avaló las reformas económicas emprendidas por el Gobierno, Rajoy se limitó a comentar: "Debemos agradecer a nuestros socios que hayan tenido la gentileza de no añadir más leña al fuego y nos dejen acabar la Presidencia en paz".