En declaraciones a Telemadrid, Granados dijo que la reducción de salarios al conjunto de los funcionarios era una "cuestión de justicia". "Es verdad que el decreto de Zapatero dirigía la reducción salarial a algunas empresas públicas, pero no a todas. Nosotros hemos entendido que no sería justo para el conjunto de los empleados públicos que a unos se les bajara y a otros no", subrayó.

Sobre la huelga de Metro convocada para la próxima semana, el consejero apeló al sentido común de los trabajadores del suburbano para llegar a un acuerdo, como ha sucedido con los bomberos y los empleados de recogida de basura, para que se cumplan los servicios mínimos porque "tan importante es el derecho de huelga como el derecho a la movilidad".

No obstante, Granados defendió que la bajada del sueldo a los funcionarios no era la medida más importante a tomar para saldar la crisis. En su opinión, lo que hay que hacer es "una reforma del mercado laboral a fondo, no la ñapa que ha hecho Zapatero, y una reforma en serio de la función y la administración pública".

Sobre el coste que ha supuesto que siete coches oficiales, con otros tantos escoltas y conductores, lleven una carta con las reivindicaciones de los alcaldes del Sur de la región para registrar en la Comunidad de Madrid, comentó que "no sé cuál será el presupuesto de los alcaldes del Sur, pero con que hubieran mandado a un ordenanza o a un motorista hubiera sido suficiente".

"Y con más razón" añadió, "si, además, lo que piden es lo de siempre: más ladrillo y recalificaciones. Algo que si lo hacen ellos es urbanismo social y si lo hacemos nosotros es especulación".

En este sentido, el consejero insistió en que "lo importante no es tanto toda la parafernalia, sino que siete cargos tan importantes de la Comunidad de Madrid vayan a insultar a Esperanza Aguirre a la Puerta del Sol, y además con tintes machistas porque si hubiera sido un hombre no le hubieran llamado frívola porque va a comprar mucho a los mercadillos".