Ampliación

Zapatero no contempla "a día de hoy" más medidas para reducir el déficit

- Confía en que, si generan confianza, las ya aprobadas no afecten al crecimiento económico

- Insinúa que habrá que trabajar en julio o agosto para aprobar la reforma laboral en las Cortes

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció este viernes que el Ejecutivo "no contempla" adoptar en los próximos meses "nuevas medidas" para reducir el déficit, puesto que confía en que las ya planificadas y vigentes, incluida la reforma laboral, "van a provocar" que se llegue al objetivo de dejarlo en 2011 en el 6% del PIB. "A día de hoy no contemplamos nuevas medidas", precisó.

Zapatero hizo estas declaraciones en la comparecencia conjunta que ofreció con el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, tras la reunión que ambos mantuvieron en el Palacio de la Moncloa. Desmintió así implícitamente los temores que habían surgido tras exigir la UE un recorte del déficit del 1,75% para 2011, en lugar del 1% previsto inicialmente por el Gobierno, y que fueron amplificados por el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, cuando testificó que Zapatero le había confesado que todavía faltaban por implementar los peores ajustes.

Según explicó, sólo quedaba por confirmar el compromiso de las comunidades autónomas de que asumirían en el Consejo de Política Fiscal y Financiera su "responsabilidad" en la reducción del déficit, un compromiso que les agradeció.

Por ello, en principio no harán falta más ajustes y, además, el jefe del Ejecutivo aseguró que, "si acertamos" con la reforma fiscal y se genera una "confianza suficiente", el plan de recorte del déficit "no debería afectar a la recuperación económica y el crecimiento que tenemos desde el primer trimestre".

Zapatero se refirió también a la reforma laboral, de la que subrayó que ya está en vigor aunque se tenga que convalidar el día 22 en el Congreso. La definió como "la reforma más importante del mercado laboral en todo el periodo democrático" y destacó su apuesta por la flexibilidad interna y externa, así como por la estabilidad en el empleo.

Sobre su tramitación, aseguró que el Gobierno "siempre contempló" que se aprobaría como ley en el Parlamento, porque así ha sido con la "inmensa mayoría" de sus predecesoras "de menor entidad", y porque aconseja un trámite con discusión y enmiendas y, "si se puede mejorar, mejorarla". Eso sí, advirtió de que la tramitación parlamentaria "ha de ser lo más rápida posible" y "si hay que trabajar en julio o agosto, habrá que hacerlo".

En relación a la reforma del sistema de pensiones, el presidente constató que los partidos tienen que buscar el acuerdo en el Pacto de Toledo, y, aunque dijo que le gustaría que "se agilizara", matizó que no le corresponde al Gobierno interferir en el Parlamento. En cualquier caso, este tema, que se tramitará como proyecto de ley, "es una materia necesaria pero no tan urgente como la reducción del déficit".

REFORMAS Y RUMORES

Otras reformas que Zapatero dijo que le había expuesto a Strauss-Kahn fueron la de los servicios, "abriendo más a la competencia" el sector; la energética, para "asegurar un coste adecuado de la energía" que favorezca la competitividad y el crecimiento, y la educativa.

Especial importancia concedió a la del sistema financiero, de la que el día 30 informará el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Una de sus novedades serán los "tests de fortaleza" de los bancos, que se harán en línea con el resto de Europa. "La credibilidad de la reestrucuración del sistema financiero va a ser muy importante para la tranquilidad de los mercados", sentenció.

Además, le transmitió la "determinación del Gobierno España de llevar a la práctica" y "hacer efectivas todas y cada una de las reformas" que ha puesto en marcha, con el propósito de "salir de la crisis con una economía renovada y fortalecida" y a la vez contribuir al potencial de crecimiento de la UE.

En este sentido, lamentó que se venía "observando desde primeros de mayo una presión fuerte sobre la economía y las finanzas españolas", y criticó no "que surjan los rumores", sino que se les dé crédito frente a los "datos objetivos". Por eso, aludiendo al voto de confianza que ayer hizo público el Consejo Europeo, Zapatero se ufanó de que "al final se imponen los fundamentales, los datos objetivos".

"Yo siempre he tenido confianza en la solvencia de España", insistió, y por eso precisó que las medidas adoptadas son "para reforzar esa confianza", y "fruto del convencimiento de que se exige una acción decidida", que aseguró estaba "planificada desde diciembre" aunque se haya agilizado ahora.

(SERVIMEDIA)
18 Jun 2010
KRT/krt/caa