El Banco de España reclama una regulación "abierta" para las cajas, ya que algunas querrán "aproximarse" al modelo bancario
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El Banco de España reclamó este viernes que la reforma de la normativa sobre las cajas de ahorros se abra a todas las opciones, ya que asegura que el futuro del sector será muy “heterogéneo”.
En su intervención en un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), el subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, señaló que esta normativa no debería ser “de vía única”, sino que tiene que “abrirse a más opciones”.
Así, subrayó que la regulación debe buscar la “opcionalidad” en el proceso y cubrir también a aquellas cajas que opten por “aproximarse al modelo bancario”.
El objetivo de la reforma debe ser, según el regulador, permitir a las cajas la posibilidad de emitir capital, para lo que el Banco de España apuesta por las cuotas participativas con derechos de voto. Sin embargo, reiteró que serán las propias cajas las que deberán decidir “qué quieren ser” en el futuro.
En este sentido, explicó que algunas cajas optarán por un modelo cercano al bancario, otras abogarán por emitir estas cuotas y un tercer grupo “probablemente decidirá concentrarse en un ámbito geográfico más ceñido y continuar utilizando el modelo más clásico”.
Aríztegui apuntó que la demanda del sector, que “parece una petición sensata”, es que la realidad de las cajas es muy heterogénea, por lo que la regulación debe cubrir todas estas opciones.
En el caso de las que decidan la emisión de cuotas participativas, el subgobernador subrayó que desde el Banco de España “no hay ni va a haber criterios sobre el porcentaje de cuotas que deben tener”.
REESTRUCTURACIÓN
En cuanto al proceso de reestructuración del sector, el subgobernador subrayó que debe “garantizar” la adecuación de la capacidad instalada a “la realidad en la que el sistema financiero, español e internacional, va a operar en el futuro”.
El subgobernador del órgano regulador consideró que es necesario reducir el número de oficinas para “asegurar la rentabilidad en el medio plazo”, ya que ésta es la “primera línea de defensa” de las entidades para solventar los problemas.
Aríztegui apuntó que en la actualidad más del 80% de las cajas españolas están inmersas en este proceso de reestructuración, lo que representa aproximadamente el 90% de los activos del sector.
Este proceso, según el subgobernador, supondrá una reducción en el número de entidades y, en particular, en el número de cajas que operan en España.
Según los datos del Banco de España, en los casos de integración en los que se ha recurrido al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), la reducción media en el número de oficinas se ha cifrado entre un 20% y un 25%. Además, los servicios centrales han disminuido entre un 18% y un 20%, y las plantillas se han recortado entre un 15% y un 18%.
Por otro lado, sobre las críticas a que la actuación del FROB ha sido más lenta de lo necesario, Aríztegui defendió que a esta percepción de lentitud ha contribuido el hecho de que el conjunto del sector está en “una posición sana”, lo que ha permitido que no hayan sido necesarias “intervenciones masivas y fulgurantes, al contrario de lo sucedido en otros países”.
Además, añadió que también contribuye el hecho de que en el proceso de reestructuración estén inmersas las cajas de ahorros, entidades que “por su naturaleza presentan particularidades que han ralentizando el ritmo de las actuaciones”.
Por último, “y no menos relevante”, el subgobernador del Banco de España recordó que se ha dado prioridad a la búsqueda de soluciones privadas, con el objetivo de minimizar el recurso a los fondos públicos. Esto también “ha incidido en el ritmo de ejecución de las operaciones”.
Aríztegui se refirió también a la situación de la intervenida CajaSur y señaló que hay más de 40 entidades interesadas en “quedarse” con los activos y pasivos de la institución, y un número más reducido ha accedido a información detallada de las cuentas de la entidad.
El objetivo del Banco de España es que el proceso termine y se asigne antes de que termine la primera quincena del mes de julio.
Sobre si ha habido “presiones políticas” desde los gobiernos autonómicos para interferir en el proceso de adjudicación, Aríztegui afirmó que “las desconozco absolutamente”.
(SERVIMEDIA)
18 Jun 2010
MFM/GFM/caa