Ganador del Premio de Escultura ‘Ciudad de Ávila’, en el año 2007, por esta pieza, el monumento se erigió en el Jardín de las Hervencias y consiste en una escultura abstracta, realizada en acero cortén, que arranca desde el suelo con una plana que simula un muro y la sinrazón humana, para lo que ha sido necesario cavar un hueco rectangular de 30 metros cúbicos, en el que va encastrada una zapata con una armadura metálica para la que se ha empleado una tonelada de hierro.

La obra, que mide 5,5 metros de largo por 4,2 metros de ancho, alcanza los siete metros en su punto más alto y se despliega en una semiesfera desplazada del eje central de la figura, simulando las acciones del hombre. La sombra que proyecte la escultura, además, formará también parte del monumento, pues ayudará a entender su significado.