La calidad del aire que se respira en el trabajo preocupa mucho al 73% de los madrleños. El 63% de los encuestados afirma que se puede fumar en su lugar de trabajo, a pesar que en el 62% de los casos no existen zonas específicas habilitadas para este fin.

Según este informe, entre el 35 y el 30 por ciento reconoce que en su oficina hay habitualmente olor a tabaco u otros olores, así como sensación de aire cargado.

La encuesta encargada por Aire Limpio revela que durante este año ha aumentado considerablemente entre los madrileños la preocupación por el hecho de ser fumador pasvo. Un 54% de los encuestados se muestra muy preocupado por este motivo, frente al 40% de 2002.

A este respecto, el estudio destaca que actualmente en el 63% de las oficinas madrileñas está permitido fumar, aunque únicamente en el 38% de éstas existe una zona habilitada para fumadores, incrementándose de esta manera el denominado grupo de riesgo (pueden fumar pero no disponen de zonas de fumadores) hasta el 51%.

Entre las molestias más frecuentes que los madrileños reconocen haber sufrido debidola mala calidad del aire en su lugar de trabajo se encuentran los dolores de cabeza y la carraspera (35%), la sensación de ojos llorosos y cansados (33%), toses (30%) y, en menor medida (16%), sensación de sequedad en la piel.

La encuesta realizada por encargo de Aire Limpio se ha llevado a cabo sobre una muestra aleatoria y estratificada de 1.205 personas, mediante una encuesta personal realizada en el hogar de cada entrevistado.