Que más de medio millón de haitianos vivan en la calle y que la población de la mayoría de las ciudades necesite una mejor vivienda, representan un reclamo para generar un boom inmobiliario en el país centroamericano dentro de pocos años.

La embajadora afirmó que la Comisión Interina para la Reconstrucción de Haití, puesta en marcha en estos días, “llega a tiempo en el momento estratégico que vive ahora el país” y justifica su retraso “en los compromisos de todos los mandatarios”.

Con respecto a la ayuda asignada a su país, Yollete Azor-Charles, reconoce que “aunque es mucho, todavía faltaría para la reconstrucción” completa de las casas e infraestructuras que quedaron destrozadas tras el terremoto del pasado mes de enero.

En todo caso, la embajadora se muestra tranquila porque confía “en que la crisis no será para siempre" y, por lo tanto, el dinero que no llega por ahora "no va a faltar en el futuro en forma de construcción e inversión”.

En clave interna, Yollete Azor-Charles, admitió que hay "muchas cosas que cambiar” en el país, como por ejemplo la creación de planes antisísmicos. “No se pueden hacer cosas como antes, hay que evitar los errores de 250 años anteriores”, concluyó.