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Huelga general. UGT y CCOO convocan la huelga general para el 29 de septiembre

- Se reunirán desde este martes con los grupos parlamentarios para que el texto mejore en su tramitación parlamentaria

MADRID
SERVIMEDIA

Los secretarios generales de UGT y CCOO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, anunciaron este martes la fecha elegida para la convocatoria de huelga general: el próximo 29 de septiembre, miércoles. Una huelga que, “con toda la legitimidad y con toda la razón”, pretende “conseguir gestos” y, en definitiva, lograr que “el Gobierno modifique la orientación de su política económica y sus derivaciones sociales”.

De este modo quieren mostrar su oposición al “cambio de carril” y al “giro” del Gobierno, que “se nos antoja definitivo y que ha sido impuesto” desde la Unión Europea.

Los líderes de ambos sindicatos comparecieron ante los medios de comunicación para informar sobre las iniciativas de movilización que ambas organizaciones tienen previsto llevar a cabo en los centros de trabajo y en la calle, como respuesta a la reforma del mercado laboral planteada por el Gobierno y que, previsiblemente, será aprobada este miércoles en un Consejo de Ministros convocado a tal efecto.

En primer lugar, Méndez y Toxo defendieron la “oportunidad” de la fecha elegida para la huelga, que coincidirá con el trámite parlamentario del texto, que será aprobado como proyecto de ley.

Ambos confiaron en lograr que, a través del instrumento que entraña la huelga y de las conversaciones que mantendrán con los grupos parlamentarios, se puedan introducir mejoras en este proyecto de reforma. De hecho, esta misma tarde los líderes sindicales se reunirán con representantes de CiU, y ya hay calendario previsto de encuentros con PSOE y ERC, a falta de concretar fechas con el resto de los grupos. Tras esta “tanda” de reuniones, habrá otra en septiembre.

Además, para finales de septiembre “ya conoceremos el alcance de las medidas que pretende aprobar" este miércoles el Gobierno, añadió Méndez.

Por otro lado, la conveniencia del 29 de septiembre se ve reforzada por el hecho de que este sea el día elegido por el sindicalismo europeo para convocar una serie de manifestaciones en contra de las medidas adoptadas por los gobiernos en el actual contexto económico.

En el camino que queda hasta el 29 de septiembre, las organizaciones han planeado “dos grandes escalones”: en primer lugar, el 30 de junio se convocarán concentraciones o manifestaciones en las diferentes comunidades autónomas, como primer paso hacia la huelga general; en segundo lugar, el 9 de septiembre “convocaremos, con toda probabilidad, un gran acto masivo de representantes sindicales aquí en Madrid”, dijo Méndez.

CONSEGUIR GESTOS

Por su parte, el secretario general de CCOO dejó claro que “la huelga la convocamos para conseguir gestos. No es un fin en sí mismo, no es el objetivo del movimiento sindical”. La meta es, por lo tanto, “conseguir que el Gobierno modifique la orientación de su política económica y sus derivaciones sociales, para que este decreto no se instale definitivamente en nuestro ordenamiento laboral”. Y el desencadenante no es otro que un real decreto ley de reforma del mercado laboral que “lesiona” los intereses de los trabajadores, a juicio de estas dos organizaciones.

Ambos confiaron también en que la respuesta a esta convocatoria, “ya cerrada”, sea “masiva” e incidieron en que el paro de funcionarios del día 8 de junio pasado “no fue un ensayo general” de la convocatoria de huelga general.

Toxo también precisó que la huelga “no está pensada para cambiar situaciones políticas”, algo que “depende sólo del voto de la ciudadanía”. Negó, así, que se pretenda “empujar” hacia una convocatoria de elecciones anticipadas; además, “el presidente del Gobierno se empuja él solo”, bromeó Toxo.

GIRO DEL GOBIERNO

Según el líder de UGT, la reforma del Gobierno supone “la aceptación de que el problema es el mercado laboral” así como “abandonar el cambio del modelo productivo”, que los sindicatos consideran “estratégico”.

Tras un proceso de diálogo social “muy largo, intenso y a la postre infructuoso que, a juicio de las organizaciones sindicales, no ha dado resultado”, el Gobierno “aprobó un plan de ajuste que, no sólo no favoreció el proceso de diálogo social, sino que alimentó las expectativas de las patronales para que se produjera una reforma laboral dura y que lesionara los derechos de los trabajadores”, añadió Méndez. Por lo tanto, “el acuerdo era prácticamente imposible”.

Por su parte, Toxo incidió en que el texto presentado por el Ejecutivo “se enmarca en la línea del giro en las políticas económicas aplicadas desde el Gobierno desde la última reunión del Ecofin”. Un giro que según los sindicatos alienta los argumentos de la patronal.

Según el líder de CCOO, este proyecto, de consolidarse, “va a facilitar y a hacer más barato el despido; va a suponer –contrariamente de lo que se afirma- un incremento de la temporalidad estructural y un debilitamiento de la negociación colectiva”. De este modo, “los medios que pone a disposición el Gobierno no se corresponden con los fines que dice perseguir”.

Para ambos sindicatos, esta reforma sólo retrasará la salida de la crisis y fomentará la destrucción de empleo, que de la mano de este proyecto “amenaza con superar la barrera de los cinco millones en un espacio corto de tiempo”, dijo Toxo.

(SERVIMEDIA)
15 Jun 2010
CCB/lmb