Mil millones de pobres viven en zonas áridas

- Mañana se celebra el Día Mundial contra la Desertificación

MADRID
SERVIMEDIA

Más de mil millones de personas pobres y vulnerables viven en las zonas áridas del planeta, según advierte el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en su mensaje para el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, que se celebra mañana, jueves.

Según datos de Naciones Unidas, en estas zonas las actividades encaminadas a alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio "tropiezan con dificultades particulares" y, por ello, "se han quedado rezagadas".

En su mensaje, Ban avisa también de que casi las tres cuartas partes de las zonas de pastoreo muestran ya síntomas de desertificación, e informa de que durante los últimos 40 años casi un tercio de las tierras cultivables del mundo han dejado de ser productivas. En muchos casos han quedado incluso abandonadas.

"La pertinaz presión causada por la sequía, el hambre y el agravamiento de la pobreza amenaza con desencadenar tensiones sociales, que a su vez pueden dar lugar a fenómenos de migración involuntaria, desintegración de comunidades, inestabilidad política y conflictos armados", alerta Ban.

Por otra parte, el secretario general de la ONU señala que "la vulnerabilidad humana, ecológica y social van unidas con singular intensidad y simetría en las zonas áridas del planeta", y apunta que el cambio climático "no hará más que agudizar todas esas presiones".

En 2010, Año Internacional de la Diversidad Biológica, Ban quiere recordar que las tierras áridas "son zonas de enorme productividad y diversidad biológica" y que el 30% de los cultivos que crecen y se consumen en todos los rincones del mundo proceden de ellas.

"Reafirmemos nuestro compromiso en la lucha contra la desertificación y la degradación de las tierras y en la mitigación de los efectos de la sequía, y reconozcamos que cuidar de nuestros suelos equivale a cuidar de la vida en la Tierra", concluye su mensaje.

PRINCIPALES AMENAZAS

Procesos naturales como los desprendimientos de tierra o la erosión del suelo juegan un importante papel en la pérdida de suelo y en la disminución de la biodiversidad, pero, sin embargo, la actividad humana es una amenaza mucho mayor.

El uso insostenible del suelo, las prácticas inapropiadas de cultivo o pastoreo que producen desprendimientos de tierra, erosión, contaminación y la pérdida de materia orgánica y la obstrucción del curso natural de los flujos del agua por desarrollos industriales o urbanísticos son algunos ejemplos.

Según datos de la ONU, la biodiversidad del suelo "es grande y variada", hasta el punto de que, en algunos casos, se pueden concentrar hasta cinco toneladas de vida animal en una hectárea de suelo.

Sólo una cucharilla de tierra puede llegar a contener más de 6.000 especies diferentes y más de un billón de bacterias.

(SERVIMEDIA)
16 Jun 2010
LLM/caa