En su intervención en un curso organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, Del Rivero defendió que en el país hay “un paro estructural muy alto que hay que combatir”, tanto “por psicología” como por “pedagogía”.

Así, denunció que el actual sistema de protección social “fomenta la vagancia”, especialmente el PER. Por esta razón, aseguró que la reforma laboral debe “combatirlo haciendo que la gente tenga incentivos para salir del paro”.

En este sentido, instó al Ejecutivo a “analizar” la situación de este subsidio para los trabajadores agrarios ya que considera que tiene “un efecto psicológico terrible sobre el sector financiero internacional”.

“No digo que se quite el PER, si no analizarlo y actualizarlo”, y como ejemplo propuso que se busque un empleo a estos parados en las épocas en las que no tienen trabajo. “Habrá que ver si hay que limpiar montes para evitar que se quemen”, dijo.

Del Rivero reiteró que los efectos psicológicos del PER se demuestran con los datos, como que en Andalucía y Extremadura, donde se aplica este subsidio, tenían en los buenos años un paro del 20%, mientras que en otras comunidades como Navarra la tasa de desempleo era del 3%.

En su opinión, este sistema de protección “es algo muy malo para la imagen que da el país fuera” y añadió que es “difícil de explicar” que en la época de bonanza hubiera 2,5 millones de inmigrantes trabajando en España cuando existían, a la vez, 1,6 millones de parados.

Por esta razón, consideró que la reforma laboral no deber ir tanto en el sentido de abaratar el despido, sino que debe centrarse en estas cuestiones que puedan incentivar a los parados para buscar un empleo.

Además, destacó que se debe “aprovechar la crisis para mejorar todos los temas susceptibles de mejora” que permitan corregir “los pequeños desfases” acumulados en el periodo de crecimiento económico.

En cuanto a la situación internacional, Del Rivero denunció que España está siendo sometida a “un ataque del euro” que necesitaría que Europa respondiera “de forma uniforme”, algo que, en su opinión, no está ocurriendo. “Debería actuar todos al alimón”, aseguró.

No obstante, señaló que este problema “está en vías de solución” y añadió que el euro “no va a ser derribado” y que “seguirá siendo una de las monedas de reserva”, aunque ahora “debe pasar por esta batallita”.

Por otro lado, apuntó que España debe aprovechar sus fortalezas, como su situación geográfica que hace del Mediterráneo “el mejor sitio para vivir” y que debe atraer a los jubilados extranjeros; y su “herencia”, que es que en el mundo haya 500 millones de personas que hablan español y otros 200 millones de “hermanos siameses” que hablan portugués.

Así, puso como ejemplo a Telefónica o al Banco Santander, que han sabido aprovechar esta herencia para situarse como unas de las mayores compañías en su sector en el mundo.

Si a esta situación se hubiera sumado la fusión entre Endesa e Iberdrola, que “podría ser la primera eléctrica del mundo”, el resultado sería que un país como España, con 46 millones de habitantes, tendría “los primeros bancos, las primeras telefónicas y las primeras eléctricas”.