La ONG indica que, según datos de la ONU, más de 600 palestinos perdieron sus hogares en 2009, tras la demolición de alrededor de 300 edificios por parte de las fuerzas israelíes.

"Las restricciones a que está sujeta la población palestina que vive bajo ocupación israelí limitan de manera tan estricta lo que puede construir y dónde que violan su derecho a una vivienda adecuada", manifestó el director adjunto del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, Philip Luther.

Según la organización, las demoliciones se llevan a cabo sin haber avisado previamente de la fecha y en consecuencia sin dar oportunidad a los palestinos de salvar sus bienes ni buscar otro lugar donde refugiarse y hay unas 4.800 órdenes de derribo pendientes.

Además, las autoridades israelíes no sólo derriban viviendas particulares, sino que también han dictado órdenes contra escuelas, centros médicos, carreteras, cisternas de agua, torres de alta tensión, chozas y cobertizos para animales.