El tribunal considera probado que los tres procesados comenzaron su actividad en 1981, cuando los dirigentes etarras contactaron con ellos, ya que la banda enía dificultades para conseguir vehículos de alquiler.

El "comando" recibía órdenes directas de la cúpula de ETA que les facilitó dinero y el material necesario para transformar los coches, práctica que aprendieron de Otamendi, carrocero de profesión.

Para poder esconder los vehículos sustraidos, los procesados alquilaron una lonja en Cizúrquil (Guipúzcoa) que decidieron comprar más tarde con parte de los 7 millones de pesetas que les dio la dirección de banda terrorista y que inscribieron a nomre de Otamendi.

Desde 1983, los acusados se apoderaron de más de 71 vehículos que trasladaban a la lonja donde los pintaban, cambiaban las matrículas verdaderas y colocaban otras falsas que ellos mismos confeccionaban.

Luego, Odriozola y Aguirre Mauleón desatornillaban la estructura interna de la carrocería para colocar explosivos y, una vez preparado el vehículo, lo trasladaban al punto donde fuera a cometerse el atentado.

Durante el juicio, celebrado el pasado mes de octubre, "Peio" y Aguire reconocieron los hechos, pero absolvieron a "Musar" al que, según su versión, engañaron para utilizar su nombre en la firma de la escritura de compra-venta del local donde guradaban los coches.

El "comando parque" fue desarticulado en enero de 1988 cuando los tres acusados intentaban robar una máquina troqueladora para confeccionar los nuevos tipos de matrículas.

En el registro efectuado por la policía en la lonja, se encontraron cinco vehículos robados, armamento, explosivos y el material necsario para la transformación de los coches, asi como diversas placas de matrículas.

El tribunal estima que los procesados incurrieron en delitos de colaboración con banda armada, cooperación a la formación de un depósito de armas de guerra, tenencia de explosivos, falsedad de placas de matrícula, robo con intimidación en grado de tentativa y delito continuado de robo y hurto.