Según el presidente de ATA, Lorenzo Amor, "necesitamos una reforma laboral que dé certidumbre a los empresarios y quite el miedo escénico a contratar. Una reforma que mantenga el empleo generado y reduzca la temporalidad, que clarifique las causas del despido objetivo, y que flexibilice la negociación colectiva adecuándola a la realidad del tejido empresarial, conformado en más de un 80% por empresas de menos de dos trabajadores".

"Tiene que ser una reforma laboral que tenga presente que los que generan empleo son los empresarios", señala Lorenzo Amor, "por ello, tiene que contener iniciativas concretas para que estos, muchos de ellos autónomos, mantengan el empleo y se les quite la inseguridad de generar nuevos puestos de trabajo".

Como conclusión, el presidente de ATA manifiesta el deseo de que el Gobierno no proponga una "reforma light", sino "que contenga las medidas necesarias para reducir la alta tasa de desempleo y temporalidad, así como la baja tasa de contratación".