La diputada afirmó que, con este rechazó popular, 1,2 millones de ciudadanos de origen inmigrante no estarán representandos en la Cámara regional.

Asimismo, propuso la creación de una Comisión Permanente no Legislativa de Políticas de Inmigración y de Cooperación y aseguró que “tampoco habrá un foro específico para controlar las políticas de cooperación al desarrollo, un ámbito que en los últimos presupuestos regionales movió más de 27 millones de euros en subvenciones”.

A su juicio, es necesario que en la Asamblea exista una comisión parlamentaria específica que controle y fiscalice la gestión del Gobierno regional en estos ámbitos, ya que, a su juicio, en la Comisión de Empleo –en la que se integró la antigua Comisión de Inmigración- no existe tiempo real para debatir estos asuntos.

“Cuando Madrid era la locomotora económica crearon una Consejería de Inmigración, poco antes de las elecciones de 2007”, recordó la diputada del PSM, quien destacó que se elimina esa consejería ahora, cuando el 28% de los inmigrantes está en paro.

Dijo que “la inmigración no es un fenómeno pasajero en la sociedad madrileña, y sí un reto que continúa aumentando y cuya contribución al desarrollo económico de la región ha sido y sigue siendo muy importante. La Asamblea debe responder a este fenómeno con un espacio de debate propio que hoy se ha reducido”.

Finalmente, explicó que la Comisión de Inmigración y de Cooperación desapareció en el momento en el que la consejería correspondiente fue disuelta para fusionarse con la de Empleo y Mujer, “tras la huída de Juan José Güemes de la Consejería de Sanidad el pasado mes de marzo”, apuntó.

No obstante, señaló que existen excepciones, como ocurre con la Comisión de Juventud, la de Mujer o la de Políticas de Discapacidad, creada a iniciativa de los socialistas hace aproximadamente un año.