Según informó la Policía, los cinco detenidos, entre los que se encuentra el líder de la organización, se encuentran en prisión provisional.

Los agentes detectaron a estas dos jóvenes –muy próximas a la minoría de edad- y las trasladaron a una ONG especializada en la atención a víctimas de este tipo de delitos. Tras ello, pusieron en marcha un dispositivo encaminado a localizar y detener a sus explotadores.

Las jóvenes habían sido captadas en Nigeria mediante engaños y fueron sometidas a rituales de vudú. Esto les llevaba a jurar fidelidad y obediencia a la organización, asumiendo que tanto ellas como sus familias podrían ser víctimas de todo tipo de males, incluso la muerte, si incumplían tal juramento.

Posteriormente, comenzaron un largo viaje por carretera atravesando Nigeria, Níger y Libia. En este último país, fueron hacinadas junto con decenas de personas en un cayuco para hacer una travesía hacia las costas de Italia en la que murieron dos personas.

En Italia un miembro de la organización criminal las acompañó hasta España mediante documentos falsos de viaje. Ya en España se les comunicó que tenían que ejercer la prostitución hasta saldar una deuda contraída de 30.000 euros.

Desde ese momento, fueron obligadas a ejercer la prostitución todos los días de la semana durante “interminables jornadas”, sin posibilidad de elegir a sus clientes y debiendo entregar semanalmente el dinero obtenido a sus explotadores. Si no lo hacían o se demoraban en hacerlo, la deuda aumentaba en 5.000 euros.

Esta operación se enmarca dentro de la Segunda Fase del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, puesto en marcha en 2013. La Policía cuenta con el teléfono 900105090 y con la dirección de correo electrónico ‘trata@policia.es’ para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia anónima y confidencial de este tipo de delitos.