Los contratos que implican movilidad superan los 2,5 millones en un año por primera vez en la historia
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Los contratos que implican movilidad laboral han superado en España los 2,6 millones por primera vez en la historia, elevándose hasta los 2.627.075 contratos de este tipo, tras cuatro años de crecimiento consecutivo, según informó hoy Randstad.
Así se desprende de un estudio realizado sobre los datos publicados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), donde analiza los contratos de trabajo que implican el desplazamiento del profesional según sector de actividad, provincia y comunidad autónoma de 2000 a 2016.
De 2001 a 2007, los contratos que implican movilidad también aumentaron de manera constante, pasando de 1.461.057 a 2.276.249, la tercera cifra más alta de toda la serie, sólo superada por los datos de 2015 (2.383.464 contratos) y 2016.
Según el estudio, el porcentaje de contratos que implican el desplazamiento del profesional a otra provincia respecto al total se sitúa en 13,2%, la tasa más elevada de la historia.
Entre el año 2000 y 2014, la tasa de movilidad interprovincial se situó entre el 11,4% y el 12,5%, suponiendo 2015 un nuevo hito, con un índice del 12,8%, registrando en 2016 un nuevo récord (13,2%).
Por sectores, agricultura es el sector que registra mayor tasa de movilidad, con un 22,4%, un punto porcentual por encima de los datos de 2015. En segundo lugar se sitúa construcción, donde el 16,1% de los contratos que se firman suponen el desplazamiento del profesional a otra provincia. Le siguieron servicios, con un 11,5%, e industria, con un 10%.
El análisis llevado a cabo por Randstad también tiene en cuenta las comunidades autónomas con mayor o menor tendencia a la movilidad. Canarias y Galicia son las regiones con menor tasa de movilidad interautonómica, ambas con ratios por debajo del 5%. A continuación se situaban Andalucía, con un 5,1%, y Cataluña, con un 6,3%.
En el lado opuesto, como regiones con mayor índice de movilidad, se encontraba La Rioja, donde uno de cada cuatro contratos ha supuesto un cambio de comunidad autónoma para el trabajador (24,7%). A continuación se situaba Castilla-La Mancha, con un 21%. Murcia y Madrid, que se situaban en tercera y cuarta posición en este ranking, registran tasas de movilidad del 14,3% y 14,1%, respectivamente.
Cuenca es la provincia de España con la tasa más elevada, al igual que ocurría en 2015. El 31,8% de los contratos firmados en esta provincia provocaron un desplazamiento del trabajador a otra provincia para desarrollar su actividad. A continuación se situaron Guadalajara, Toledo, Huesca y Lleida, todas ellas con índices de movilidad interprovincial por encima del 25%. La Rioja, Albacete, Álava y Ávila completan el listado de provincias con tasas por encima del 20%.
Por otra parte, las provincias con menores tasas de movilidad fueron Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas, con 5,7% y 6%, respectivamente. “La ubicación geográfica y la mayor dificultad para desplazarse a otras provincias influyen de manera directa en la movilidad de esta región, que suele reflejar anualmente las tasas más bajas”, indica el estudio. A continuación se situaron Asturias y Badajoz, por debajo del 8%; Barcelona, con un 8,8%, y Pontevedra y Cádiz, ambas en el entorno del 10%.
Actualmente, seis regiones en España son receptoras, mientras que 11 son emisoras. Madrid, Baleares y Cataluña son las comunidades autónomas que cuentan con un saldo positivo más elevado.
En el caso de Madrid, que se sitúa en primer lugar, su saldo de trabajadores fue de 219.426 empleados. En Baleares y Cataluña la cifra se situaba en 48.024 y 35.931, respectivamente. Completan el listado de regiones receptoras Murcia (26.426), País Vasco (17.121) y Navarra (12.254).
En el lado opuesto, entre las regiones más emisoras destaca el saldo negativo de Andalucía, de donde han salido a trabajar a otras comunidades 117.146 profesionales más de los que han entrado en la región. Castilla-La Mancha, Extremadura, Comunidad Valenciana y Castilla y León se sitúan a continuación, todas ellas con saldos negativos de entre 34.000 y 44.000 trabajadores.
En el ámbito provincial, Madrid sigue siendo la más receptora. Barcelona, por su parte, se sitúa en segundo lugar, con un saldo positivo de casi 73.000 profesionales (entraron a trabajar en la provincia 228.690 trabajadores, mientras que salieron 155.702). Baleares completa el ranking de provincias más receptoras, con una diferencia de 48.024 contratos.
Entre las más emisoras, el análisis de Randstad revela que Cádiz cuenta con un saldo negativo de 57.353 profesionales, la provincia con la diferencia más pronunciada. A continuación se sitúan Toledo, con 42.029, y Córdoba, con un saldo negativo de casi 33.000 trabajadores en el último año.
(SERVIMEDIA)
20 Nov 2017
DSB/caa