“La Iglesia, que colaboró eficazmente en la transición política aunque no siempre sea reconocido, desea continuar cumpliendo su misión de reconciliación”, afirmó el también arzobispo de Valladolid durante la apertura de la Asamblea Plenaria de la CEE, que reúne desde hoy a los obispos españoles en Madrid para analizar, entre otras cosas, la “ideología de género”.

Desde el PP, su vicesecretario de Política Social y Sectorial, Javier Maroto, ya recomendó en septiembre a los obispos que no se metieran en política porque, según dijo, “la Iglesia siempre acierta cuando se mantiene en posiciones que pertenecen a la moral y a la ética y deja la política para los políticos”.

Pero el Episcopado ha vuelto a postularse hoy para subsanar la “ruptura reciente”, algo que ha “entristecido y preocupado” a los obispos.

“Juzgamos que la declaración de ruptura es un hecho grave y perturbador de nuestra convivencia, que va más allá de las discrepancias entre las formaciones políticas”, añadió Blázquez.

Una parte de la iglesia catalana ya se posicionó a favor del referéndum. De hecho, la Conferencia Episcopal Tarraconense –que engloba a los obispos catalanes- publicó varios manifiestos los días previos al 1 de octubre condenando las acciones judiciales contra su celebración.

Sin embargo, la Conferencia Episcopal Española dejó hoy clara su posición por el “restablecimiento del orden constitucional”, que “es un bien común”, así como por la “normalización de la vida social”. Por último, el líder de la Iglesia española apeló al expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, quien “pidió que se pusiera como epitafio en su sepulcro ‘La concordia fue posible’; estamos convencidos de que también hoy es posible la convivencia en la diversidad”.