La Aecid destacó la importancia de que la población mundial progrese en su acceso a alcantarillado y baños dignos, elementos fundamentales para la salud y el desarrollo de las personas, y consideró “preocupante” la desigualdad en este aspecto porque el 82% de los que viven en las ciudades tienen baños dignos y alcantarillas, por el 51% de los que residen en áreas rurales.

El saneamiento es un derecho humano básico, según destacó la Asamblea General de Naciones Unidas gracias a una iniciativa promovida por España y Alemania, en una declaración en julio de 2010, que reafirma que este sector es fundamental para la realización de todos los derechos humanos.

Según el Banco Interamericano de Desarrollo, el saneamiento universal sin depuración en América Latina y el Caribe requiere de una inversión de más de 63.000 millones de dólares (unos 53.400 millones de euros) entre 2016 y 2013, lo que la Aecid considera “sumamente rentable para el planeta”.

No obstante, cada año se pierden cerca de 260.000 millones de dólares (casi 220.500 millones de euros) en el mundo por las repercusiones económicas de un saneamiento inadecuado y del agua insalubre, especialmente en la atención de la salud, según Naciones Unidas.

La Aecid recalcó que las heces humanas son la principal fuente de los patógenos causantes de diarreas, parasitosis y otras enfermedades, que entran en contacto con las personas por el agua contaminada, los alimentos y la falta de higiene.

AYUDA ESPAÑOLA EN AMÉRICA LATINA

Por otro lado, la cooperación española cuenta con un instrumento específico para promover el derecho al saneamiento en América Latina: el Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento, que prioriza las zonas más desfavorecidas y marginadas.

Hasta la fecha ha desembolsado 790 millones de euros en donaciones que, junto a los aportes locales de los programas, conforman una cartera de 1.600 millones de euros. En los últimos años ha promovido el servicio a sistemas de alcantarillado en las localidades rurales y periurbanas de América Latina.

El objetivo del Día Mundial del Retrete es que se tomen medidas para llegar a los 2.400 millones de personas que viven sin acceso a un váter. El tema de este año (‘¿A dónde van las heces?’) se centra en cómo la ausencia o mal funcionamiento de los sistemas de saneamiento hacen que los excrementos humanos vuelvan al medio ambiente sin haber sido tratados, propagando de esta manera enfermedades mortales.

Las aguas residuales no depuradas acaban contaminando los ríos y los mares, hasta el punto de dejar de ser lugares salubres para la pesca o las actividades recreativas. Se calcula que la pérdida de productividad debida a enfermedades ocasionadas por la falta de saneamiento y las malas prácticas de higiene cuesta a muchos países hasta un 5% de su PIB.