Según informaron fuentes diplomáticas a Servimedia, el Gobierno ha expresado a sus contrapartes ecuatorianas su preocupación por su actitud en las redes sociales en las que ha emitido mensajes “contrarios a la realidad” y proclives a la independencia de Cataluña.

Estas mismas fuentes explicaron que el último contacto que se ha producido con las autoridades ecuatorianas tuvo lugar tras la reunión que el activista independentista Oriol Soler mantuvo con Assange en la Embajada de Ecuador en Londres.

No obstante, las fuentes consultadas quisieron dejar claro que las relaciones entre España y Ecuador son fluidas y recordaron que el presidente de este país, Lenín Moreno, reclamó a Assange en su toma de posesión que se abstuviera de “intervenir en la política ecuatoriana y en la de sus socios y aliados”.

También agradecieron a Moreno que en el momento en que el Parlamento catalán declaró unilateralmente la independencia de Cataluña hiciera un llamamiento a que la crisis territorial en España se solucionara a partir del “pleno respeto a la Constitución, las leyes y el Estado de derecho español”.

Assange se refugió en la Embajada de Ecuador en Londres después de que fuera acusado de violación, abusos sexuales y coacción en Suecia. Últimamente, ha sido muy activo a favor de la causa independentista como lo demuestra la reunión que mantuvo con Soler o el hecho de que haya ofrecido 20.000 euros a quien revele el coste del dispositivo policial del referéndum organizado por la Generalitat de Cataluña el pasado 1 de octubre.