Así se desprende del primer informe técnico de "Ponle freno", una acción social del Grupo Antena 3 que entregará esta investigación a la Dirección General de Tráfico (DGT) y a la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados.

Este trabajo abarcó visitas a 25 centros, de los que 17 concedieron el certificado de apto y en ocho otorgaron el dictamen de no apto, a pesar de que en cada sesión había al menos un fallo grave que incapacitaría o limitaría severamente la conducción al aspirante a renovar el carné de circulación.

La investigación, que se basó en ocasiones en la cámara oculta, se realizó el pasado mes de abril en 25 centros de las cinco ciudades más populosas de España: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao.

Durante las visitas, el equipo de "Ponle freno" inspeccionó los centros según la normativa vigente, que recoge como requisitos mínimos la presencia obligatoria de facultativos, la existencia de una cámara de audiometría en cabina insonorizada y de un panel iluminado de letras, la realización de auscultación de corazón y pulmón, la toma de tensión arterial, la realización de la prueba del deslumbramiento y la prueba psicotécnica con estimación de movimiento, coordinación bimanual y tiempo de reacción múltiple.

Además de verificar los materiales y el personal exigido, los encargados de realizar la investigación cometieron deliberadamente al menos un error grave en cada visita, lo que les incapacitaría para obtener un certificado médico o, al menos, implicaría limitaciones que deben constar en el documento.

Los errores cometidos intencionadamente fueron fallos en la prueba de coordinación bimanual o en el de agudeza visual, facilitar información contraindicada para conducir (como la toma de ciertos medicamentos y tranquilizantes) e incluso asegurar que sufrían ataques epilépticos.

El informe de "Ponle freno" también recoge la diferencia de precios que hay que abonar para la obtención del permiso de conducir en función de cada ciudad, entre los 36 y los 65 euros.