Así se pronunció Korchagin, en un comentario remitido por la Embajada de Rusia en España, acerca de las informaciones que apuntan a la pretensión de las autoridades rusas de incidir en la crisis en Cataluña.

El embajador ruso subrayó que el populismo “tiene caras diferentes”, siendo “la más corriente” la de “un político de lemas mordaces y pegadizos que como regla son imposibles de cumplir”.

Korchagin aseveró que “un periodista también puede ser populista, porque la particularidad más característica de cualquier populista es proponer una solución sencilla, a veces primitiva, y por eso no realista, de un problema difícil”.

Esto le permitió afirmar que “lamentablemente ahora vemos que ciertos periodistas españoles tratan de explicar la génesis de la crisis catalana, un fenómeno complejo con su historia, sus protagonistas, héroes y antihéroes por la injerencia rusa”.

A su juicio, estas acusaciones representan una “aberración”, ya que sólo tienen como objetivo “despistar a la opinión pública y a los políticos, apartarlos de un trabajo complicado”, que ha de tener como meta el “arreglo de un problema muy serio que enfrenta hoy España, país amigo para nosotros”.