En una nueva pregunta parlamentaria sobre este asunto, Gil Lázaro inquirió a Rubalcaba "cómo es posible que aún se atreva a negar la existencia del chivatazo" al dueño del bar "Faisán", Joseba Elosua, presunto jefe de la red de extorsión de ETA, e interpretó que el ministro ya lo hizo implícitamente en la sesión de control del 12 de mayo.

El titular de Interior se limitó a constatar: "Dije lo que dije", y a sus palabras de entonces se remitió.

En su turno de réplica, Gil Lázaro aseguró que el chivatazo no podría haberse ejecutado sin que él y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "lo supieran". A la insinuación sobre el ascenso de los policías implicados añadió la de que Elosua "está en libertad tal vez porque tuvo la habilidad de no reconocer ante el juez al policía" que le dio el chivatazo.

Además, preguntó a Rubalcaba cómo se atreve a decir que la decisión de abortar la detención de Elosua fue judicial francesa, cuando la juez gala Laurence Le Vert y el español Fernando Grande-Marlaska ya habían acordado desarrollar la operación, cuando al propio Elosua se le grabó hablando del chivatazo y cuando el hoy vocal del CGPJ José Manuel Gómez Benítez, según documentos intervenidos a ETA, lo presentó como uno de los riesgos asumidos por el Gobierno en el proceso de paz.

El diputado popular terminó su intervención denunciando que "por esa traición a la democracia no hay ningún detenido" y recriminando al ministro del Interior sus "mentiras", sus "huidas" y sus "guasas".

Rubalcaba dijo comprender que "preguntar semana tras semana lo mismo tiene sus dificultades" y acusó a su interlocutor de haber tratado esta vez de salir del paso "tergiversando" sus palabras del 12 de mayo, a las cuales se remitió.