László Kovács, comisario de Fiscalidad y Unión Aduanera, explicó que, "dada la situación económica actual, es más importante que nunca combatir eficazmente el fraude fiscal, y para ello es esencial que la cooperación administrativa entre las autoridades funcione al máximo". Definió como objetivos la lucha contra el fraude del IVA, "que afecta a toda la UE", y "que cada Estado miembro disponga de los medios" para proteger los ingresos "de los otros estados miembros tan eficazmente como lo hace para los suyos propios".

Uno de los elementos más innovadores de la propuesta es la creación de Eurofisc, "una estructura operativa en la cual, en la práctica, los Estados miembros lucharán conjuntamente contra el fraude".

Según la Comisión, dicha estructura "facilitará un rápido intercambio de información relevante" y un "análisis de los riesgos comunes", que permitirán "reaccionar a tiempo para poner coto al fraude y detener a los defraudadores".

Además, la propuesta supone un cambio de estrategia respecto a la protección de los ingresos

procedentes del IVA, pues los estados miembros deberán "asumir conjuntamente la responsabilidad de proteger los ingresos recaudados mediante el IVA en cada uno de sus territorios". Las autoridades fiscales de todos los estados miembros tendrán acceso directo a un conjunto predefinido de información de las bases de datos del resto de estados.