Según informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en el tercer trimestre del año obtuvo un beneficio neto de 25,7 millones de euros, un 63,6% más que hace un año (15,7 millones).

Los ingresos hasta septiembre ascendieron a los 586,3 millones, un 16,2% más, “gracias al crecimiento en volumen y a la buena evolución de precios”, según apuntó la compañía. Las ventas de cemento crecieron un 3,4%, y las de hormigón lo hicieron un 8,7%.

Por su parte, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) ascendió a 149,6 millones entre enero y septiembre de 2017, lo que representa una mejora del 23,7% con respecto a 2016, con un crecimiento en la mayoría de países, destacando México, Argentina y España.

Cementos Molins añadió que la depreciación de las divisas “ha afectado negativamente al beneficio neto en 3,9 millones de euros”.

Mientras, la deuda financiera neta se redujo en 42 millones y se situó en 145,4 millones de euros al cierre del mes de septiembre.