Asimismo, rechazó que se hubiese producido un "cambio de postura" de la Xunta al respecto, y resaltó que el informe emitido con anterioridad por la Inspección de Trabajo, desfavorable al ERE, no era vinculante y se produjo antes de la votación del 3 de agosto, en la que 222 trabajadores de los 442 con los que cuenta la fábrica textil en A Coruña se declararon a favor de la proposición.

"Un ERE es un momento difícil y doloroso para las empresas, pero muchas veces es la razón para salvarlas", afirmó Mato, quien argumentó que la otra posibilidad existente, la de no tramitar el ERE, supondría la presentación de un concurso de acreedores por parte de la empresa, proceso que ya había iniciado y que no descartan, que acabaría con 600 empleos, de los cuales más de 400 afectarían a A Coruña.

Beatriz Mato incidió en que, en una situación como ésta, prevalece el acuerdo entre empresa y trabajadores al informe de la Inspección de Trabajo, ya que lo primordial es "salvaguardar la viabilidad y el futuro de la empresa". Sobre la resolución final del ERE, al que se han adherido voluntariamente 234 personas de 237, la consejera recordó que compete a trabajadores y empresa.

La titular de Trabajo de la Xunta destacó la "excelente labor de mediación" llevada a cabo por el director general de Relaciones Laborales junto con el inspector de Trabajo en las fases de aproximación entre empresa y comité.

Finalmente, Mato recalcó que el ERE de Caramelo "es uno más" de los "muchos" que están actualmente sobre la mesa. "Galicia no va a vivir uno de sus mejores momentos", lamentó, reiterando que no le "temblará" la mano para autorizar o rechazar las propuestas.