Así informó el director regional de Unicef para Oriente Medio y África del Norte, Geert Cappelaere, en un comunicado en el que señaló que “está trabajando con sus aliados para verificar todas estas informaciones”, aunque aseguró que “lo que sí sabemos ya es que son suficientes para declarar que la guerra contra los niños sigue en Siria de manera incesante”.

“Los atroces crímenes de matar a niños deben terminar de una vez por todas”, reividicó Cappelaere, que explicó que “incluso las guerras tienen leyes y son muy claras”, en referencia a que “las escuelas son un lugar sagrado, deben ser protegidas siempre”.

En este sentido, remarcó que “los ataques a las escuelas suponen una grave violación de los derechos de los niños” y añadió que “quienes cometan esas violaciones deben rendir cuentas por ello”.

Por último, a pesar de que reconoció que “hasta ahora nuestros llamamientos han caído en saco roto”, manifestó que “en nombre de nuestra humanidad, la guerra contra los niños en Siria debe parar”.