Fuentes del Palacio de la Moncloa aseguraron a Servimedia que los altos cargos de la Generalitat están demostrando una "muy buena" colaboración en los primeros día de aplicación del 155 y, en consecuencia, de dependencia jerárquica del Ejecutivo central.

Desde el lunes, primer día laborable tras la puesta en marcha de las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros, cada una de las consejerías de la Generalitat ha pasado a depender directamente del ministerio correspondiente. De este modo, sus dirigentes están recibiendo órdenes directas de Madrid para continuar con la gestión de sus competencias.

El Ejecutivo central está centrado en dos objetivos primordiales. Por un lado, garantizar que "el día a día sigue igual" pese a la aplicación del 155 y el cese completo del Govern de Puigdemont. Por otro lado, organizar la convocatoria de las elecciones autonómicas del 21 de diciembre.

Los respectivos ministerios están recibiendo información de las consejerías de la Generalitat y trasladando órdenes sin ningún tipo de problemas entre ambas administraciones.

La interlocución tiene lugar entre altos cartos del Gobierno de Rajoy y dirigentes y funcionarios de la Generalitat que -en muchos casos- eran personas de confianza del gabinete de Puigdemont. Por eso, las fuentes consultadas admitieron a Servimedia cierta "sorpresa" por las facilidades encontradas en estos primeros días, pues en La Moncloa esperaban un recibimiento "peor".

VUELTA A LA LEGALIDAD

El Ejecutivo de Rajoy sostiene incluso que algunos funcionarios de la Generalitat han recibido con buenos ojos la aplicación del 155 porque ha supuesto la vuelta a la legalidad constitucional y el final de un desafío independentista que estaba fuera de esa realidad, con el riesgo de poder afectarles judicialmente.

"Algunos tenían reparo a firmar documentos" ante la posibilidad de cometer una ilegalidad, según declararon a Servimedia las mismas fuentes, pero ahora ese miedo ha desaparecido y la disposición a colaborar que ha encontrado el Gobierno de Rajoy es "total".

Desde el Palacio de la Moncloa se asegura que la directriz que ha marcado el presidente, Mariano Rajoy, es asumir las riendas de la Generalitat para garantizar la gestión diaria de la comunidad y atender las necesidades prioritarias de los ciudadanos catalanes.

Para una adecuada aplicación de las medidas del 155, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha desplazado a Barcelona a un equipo de su confianza encabezado por el secretario de Estado para las Administraciones Territoriales, Roberto Bermúdez de Castro, que se ha instalado en la Delegación del Gobierno, que dirige Enric Millo, para una mejor coordinación de los trabajos.

Con el reparto de competencias establecido en virtud del 155, Sáenz de Santamaría ha asumido como ministra de la Presidencia las funciones que hasta la semana pasada correspondían a Carles Puigdemont y Oriol Junqueras como presidente y vicepresidente, respectivamente, de la Generalitat.