En declaraciones a Servimedia, Fernández pidió una solución al déficit de financiación del sistema, a la insuficiencia de las plantillas de profesorado y de Personal de Administración y Servicios (PAS), a la escasez de becas y a la inequidad del sistema para concederlas, al encarecimiento de las matrículas y a la infrafinanciación de la investigación.

El rector de la Universidad de Lleida se mostró “especialmente preocupado” ante la situación que viven el profesorado y el PAS, cuyas plantillas han sufrido durante años limitaciones muy estrictas en la tasa de reposición.

El resultado fue que muchas universidades se vieron obligadas a “desvirtuar la figura del profesor asociado (en principio algo excepcional para contratar profesionales de prestigio algunas horas)”, a fin de cubrir todas las necesidades de la docencia, explicó.

En la Universidad española “hay profesores pobres”, dijo, y para resolverlo reclamó a las administraciones aumentar la financiación y permitir a estas instituciones más autonomía en la gestión de sus recursos humanos, siempre que no excedan los límites de gasto.

“No hace falta modificar el sistema de gobernanza, sino que las universidades pongamos en práctica nuestra autonomía y que nos dejen ejercerla”, concluyó.