Más de la mitad del trabajo infantil está en países con ingresos medios
- La OIT denuncia una “desaceleración” en la lucha contra esta explotación
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Alrededor del 55% del trabajo infantil se concentra en países con ingresos medios, lo que rompe con la idea de que este fenómeno sólo se da en los Estados más pobres, según los datos publicados hoy por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que denuncia una “desaceleración” en la reducción de esta lacra.
El trabajo infantil tendrá que haber sido erradicado antes de 2025, según marcan los objetivos de desarrollo sostenible. Los países tienen ocho años para acabar con los 151,6 millones de menores entre cinco y 17 años que son víctimas de este tipo de explotación, de los cuales prácticamente la mitad se dedican a labores que entrañan peligro.
En el año 2000 eran 245,5 millones los menores explotados por estos trabajos y la cifra se ha reducido hasta los mencionados 151,6. Sin embargo, mientras que entre 2008 y 2012 se consiguió bajar tres puntos porcentuales el número de víctimas, entre 2012 y 2016 esta reducción sólo ha sido de un punto.
Para el director de la Organización Internacional del Trabajo en España, Joaquín Nieto, estas cifras reflejan una “desaceleración” en la tendencia para acabar con el trabajo infantil, poniendo en juego los objetivos marcados.
En cuanto a las regiones con mayor prevalencia, África concentra buena parte del trabajo infantil con 72 millones de niños y niñas explotados, o lo que es lo mismo, uno de cada cinco. Asia Central y el Pacífico cuenta con 62 millones, mientras que las américas tienen más de 10,7 millones de niños en situación de explotación.
En Europa y Asia Central existen alrededor de 5,5 millones de menores en esta situación y prácticamente todos ellos desempeñan tareas consideradas peligrosas, siendo la región con más porcentaje de menores que desempeñan trabajos con riesgos sobre el total de niños que trabajan.
“Es necesario aumentar el ritmo de reducción del trabajo infantil”, alertó por videoconferencia desde Ginebra uno de los expertos de la OIT en trabajo infantil, José María Ramírez. Y es que muchos de los menores explotados desempeñan tareas “sumamente peligrosas” y en condiciones extremas, siendo la agricultura el sector que más niños emplea (71% del total).
SIN ESCOLARIZAR
Una de las lacras que acarrea el trabajo infantil es la falta de escolarización de los menores explotados, ya que una tercera parte de los que se encuentran en esta situación está fuera del sistema escolar.
Uno de los aspectos que más llama la atención es la edad temprana con la que los niños empiezan a ser víctimas del trabajo infantil, pues la mayoría tienen entre 5 y 11 años (72,6 millones), mientras que el 28% tienen entre 12 y 14 años. Los trabajos más peligrosos quedan para los más mayores, entre 15 y 17 años.
LAS NIÑAS, EXPLOTADAS EN CASA
Desde un análisis de género, los datos muestran que en 2016 existían 88 millones de chicos en situación de explotación infantil y 64 millones de chicas. Según la OIT, los trabajos que entrañan más riesgo quedan reservados para los niños, mientras que las niñas suelen ser objeto de trabajo infantil en el hogar.
Este informe, el quinto que se realiza en este sentido, es uno de los más alarmantes, ya que pese a que desde el año 2000 se ha reducido un 38% la cifra de niños víctimas de esta lacra, 2012 ha supuesto un punto de inflexión para la reducción del trabajo infantil y rompe con la dinámica para acabar con esta explotación para el año 2025.
(SERVIMEDIA)
26 Oct 2017
GIC/caa