La fiscal expuso ante el tribunal sus conclusiones a lo largo de más de 12 horas repartidas en tres jornadas. Este miércoles cerró su alegato final reafirmándose en su convicción de que hay material probatorio para condenarlos por unos hechos “de extrema gravedad” que no sólo afectan a los fondos públicos que se han desviado, sino también porque implantaron unos hábitos de actuación que “se extendieron y enraizaron como un modo ordinario de contratación pública”.

Sabadell concluyó que los modos de 'la Gürtel' fueron moneda común “durante un largo periodo de tiempo y en distintas administraciones gobernadas por el PP”, de manera que “autoridades y cargos públicos aceptaron sobornos para enriquecerse con cargo a los fondos públicos que tenían obligación de conservar, de proteger y de salvaguardar”.

Entiende el ministerio público que la adjudicación amañada de contratos públicos “se consolidaron como un problema estructural con graves repercusiones en la confianza de los ciudadanos en la Administración”.

Los acusados de formar parte de esta trama, señaló, “atentaron contra el Estado de Derecho” con su “reiterada violación de los principios de equidad, integridad, responsabilidad e igualdad ante la ley en la atribución de los contratos públicos”, comprometiendo la tarea de las administraciones públicas cuyos efectos “resultarán de muy costosa reparación social”.

MATO Y SEPÚLVEDA

Durante su exposición de este miércoles, la fiscal aseveró que la exministra de Sanidad Ana Mato, su exmarido Jesús Sepúlveda y el Partido Popular se beneficiaron "en efectivo y en especie" de la contratación de la 'trama Gürtel' en el municipio de Pozuelo de Alarcón (Madrid). Consideró probado que la pareja se benefició de los regalos de la trama y cifró en 28.467 euros el monto total de lo recibido por la exministra.

Sabadell desmontó la declaración de Mato, quien afirmó en la vista que ella y su marido tenían totalmente diferenciados sus gastos y sus ingresos y que cada uno se hacía cargo de determinados gastos domésticos, de los que tenían facturas individuales. Según explicó la fiscal, ambos tenían una cuenta conjunta en la que habría ingresos de los dos y pagos de algunos de los servicios prestados por las empresas de Correa.

“No existe división de titularidad en la cuenta de los dos”, dijo la fiscal. De hecho, indicó, los pagos del vehículo Range Rover que tenían en régimen de renting se hicieron con cargo a esa cuenta común.

El ministerio público entiende que las pruebas acreditan que el supuesto cabecilla de 'la Gürtel', Francisco Correa, pagó fiestas y eventos familiares de la familia entre los años 2001 y 2005. De hecho, relató, hay facturas que acreditan el pago de celebraciones de cumpleaños en casa de Mato y de la comunión de uno de sus hijos en 2005.

En cuanto a los viajes de los que disfrutó la familia y que Mato dijo que organizaba y pagaba su marido, la fiscal afirmó que está acreditado que la exministra no tenía un número de cliente diferenciado del de Sepúlveda y que se la trataba igual que a su esposo cuando se dirigía a Pasadena Viajes, del grupo Correa.

Es más, la prueba documental, dijo, acredita que Ana Mato “encargó al menos uno de los viajes que pagó el señor Correa” por un precio total de 8.961 euros. En total, dijo la fiscal, la exministra se benefició de la actividad ilícita de la red por un monto total de 28.467,53 euros.

Según la fiscal, la actividad de la red benefició también al PP, que obtuvo unos beneficios para el pago de campañas electorales, gracias la “intermediación” de Sepúlveda, de 111.864,32 euros. Por esa labor, Jesús Sepúlveda cobró mes a mes y directamente de la trama facturas de 3.000 euros, en ocasiones también de 6.000 euros como pagas dobles.